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Cuestionario sobre el uso de la IA -y arlequín muy humano

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Cuestionario sobre el uso de la IA -y arlequín muy humano

Valdés del Toro Consuelo (1970) Arlequín (Temple al huevo) Cuestionario sobre el uso de la IA en borrador He recogido algunas de…
Valdés del Toro Consuelo (1970) Arlequín (Temple al huevo) Cuestionario sobre el uso de la IA en borrador He…

Valdés del Toro Consuelo (1970) Arlequín (Temple al huevo)

Cuestionario sobre el uso de la IA en borrador

He recogido algunas de las convicciones a las que voy llegando respecto al papel de la Inteligencia Artificial en la docencia en este simulacro de preguntas de opción múltiple. Mi selección está en azul. Pienso que, como suele ocurrir, no es la inteligencia artificial la responsable de los inconvenientes que vienen observándose cuando se utiliza en la enseñanza, sino el modelo en el que esta IA se inscribe: un modelo tecnológico del curriculo entendido como herramienta encaminada al producto, esto es, la adquisición sistemáticamente planificada de conocimientos con determinada estructura y del tipo que sea por parte del alumno, a través de procesos muy coherentes y controlados. En otras palabras: fuerte interconexión de los elementos del currículo y eficacia medida.

Los alumnos ideales para la IA tal como hoy se concibe desde un modelo tecnológico del curriculo son…
a. Las personas muy perfeccionistas y sistemáticas
b. Las personas que profundizan mucho en sus estudios.
c. Cualquiera, cuanto más joven mejor. 

2. La IA hoy en día afecta, predominantemente a….
a. Los procesos de aprendizaje: la posibilidad de que los alumnos abusen de su uso.
b. Los procesos de enseñanza fundamentalmente: una planificación que delegue en la IA aspectos humanos insustituibles. 
c. Ambos.

3. El principal problema de la enseñanza, en relación con la inteligencia artificial, se sitúa…
a. En los profesores y los procesos docentes
b. En los alumnos y sus comportamientos poco honestos
c. En el diseño del proceso de enseñanza aprendizaje

4. Las evaluaciones de la IA dentro del modelo vigente puramente tecnológico son…

a. Infalibles.
b. Falibles e inútiles
c. Útiles pero discutibles y, sobre todo, requieren un ajuste final humano.

5. Las IAs en el modelo tecnológico valoran, necesariamente, más…
a. Los tiempos de respuesta cortos y la claridad argumental.
b. Los tiempos de respuesta cortos y la flexibilidad cognitiva
c. Los tiempos de respuesta cortos y la adecuación a las instrucciones de la tarea.

6. La mano humana que podría ajustar las respuestas de la IA se encuentra…
a. Ocupada con otros menesteres productivos.
b. Desocupándose progresivamente y desvinculándose de los procesos de aprendizaje.
c. Capitidisminuida en su valor y en proceso de capitidisminuirse aún más, desocupándose progresivamente y desvinculándose de los procesos de aprendizaje pero dejándose involucrar en otras tareas institucionales o de autovalidación.

7. La enseñanza institucional del siglo XXII será, predominantemente…
a. Un proceso de adiestramiento que facilite el ajuste de los recursos a las necesidades.
b. Un lugar en el que el pensamiento divergente, que habrá sido prácticamente sofocado en el tramo no formal, será potenciado al máximo.
c. No existirá tal como la concebimos ahora, sino que se primará el cuidado y bienestar del niño y el joven, no habrá curriculo escolar más que como “menú”.

8. El cuerpo de la IA es…
a. Inocente: la introducción de la IA no modifica, esencialmente, la enseñanza y el aprendizaje.
b. Culpable: debería suprimirse el uso de inteligencia artificial en todo el ámbito de la
c. En el mundo de la enseñanza de las artes, es “el cuerpo del delito” si se programan los procesos exclusivamente a partir de sus categorizaciones.

9. Quién sea el que posea la IA deja de ser decisivo en la Historia de la humanidad…
a. Porque el impacto que produce la “forma de ser” de la propia IA es tan profundo, que todo lo demás queda en segundo plano.
b. Porque la creatividad de los sistemas autónomos es sofocada anywhere, anyplace and anytime si de lo que se habla es de enseñanza.
c. Porque, dada la imprevisibilidad constitutiva de lo humano, incluso vistos bajo la luz de los big data, la impredictibilidad POTENCIAL de los humanos es de tal calibre que jamás una IA que sólo actúa en su plano podrá ponerse a la altura.

10. En el marco del mundo tal como es, la mercantilización del conocimiento es…
a. Prácticamente inevitable.
b. Evitable, cuando se vea que el modelo tecnológico del curriculo asfixia la flexibilidad y la creatividad.
c. Evitable, si se empieza, cuanto antes, a experimentar con diferentes grados de intervención de la IA y en los distintos niveles educativos, incluida la enseñanza infantil, primaria y secundaria obligatoria. 

11. Pensar en la utilización de la IA en los dos primeros tramos (infantil y primaria) es…
a. Prematuro
b. Imprescindible, siempre que se diseñe un proceso experimental riguroso, un libro blanco en el que estén implicados los sectores más importantes y que aborde una introducción amplia y decidida
c. Imprescindible, empezando poco a poco y, preferiblemente, como algo complementario.

12. ¿Tienen derecho los alumnos y, en su caso, los padres, a conocer todos los pormenores del uso de la IA en la educación?
a. Sí, sin duda.
b. No, esos son circunstancias internas, que sólo los profesores tienen que conocer.
c. Sí, con un margen que suponga que los datos que se compartan sean fiables y no se produzcan procesos innecesarios de confusión, alarma social etcétera. 

13. ¿Tiene que ser la intervención de la IA igual en todos los niveles educativos y áreas?
a. Sí, del mismo modo.
b. No, totalmente diferente. 
c. Parecida.

14, La atención a la diversidad será un aspecto que con la IA…
a. Mejorará muchísimo, para todas las personas, con lo que supone esto de compensación de desigualdades en educación.
b. Permanecerá inalterado, ya que el acceso a la IA está condicionado por otro factores.
c. Mejorará sólo para las personas con discapacidad. 

15. Cuando decimos “integración de la IA en los procesos de enseñanza y aprendizaje” pensamos sobre todo en…
a. Estrategias para que los alumnos busquen información en internet.
b, Recursos para que los alumnos construyan su propio aprendizaje por medio de resolución de problemas, realización de proyectos, toma de decisiones. 
c. Modos de realidad virtual, realidad aumentada etc. que facilite el ingreso de información

16. En cualquier caso, la existencia de la IA obliga al sistema educativo…
a. A dejar de lado los métodos puramente transmisivos y de memorización de la información.
b. A dejar de lado los métodos receptivos y asumir métodos de proyectos, cambiar todo el diseño de los procesos.
c. A dejar de lado los métodos receptivos, asumir métodos activos y de proyectos y reorganizar el perfil que se requiere a los docentes y el diseño de todo: forma de las aulas, formato de los materiales didácticos, accesos a la web y un largo etcétera. Es decir: urge una renovación total del sistema.

17. Si se acometiera una renovación total del sistema educativo, ello implicaría…
a. Que se prevendrían muchas conductas indeseables, se reduciría la fragmentación de los sujetos, se promovería la racionalidad en todas las áreas
b. Se mejoraría la cualificación de las personas, y esto facilitaría la inserción laboral. 
c. Se favorecería el espíritu investigador, se ajustarían los conocimientos a los perfiles vocacionales y la sociedad en su conjunto progresaría de forma armónica

18. La reforma educativa debe abordarse, sobre todo…
a. Desde la fuente epistemológica (científicos de las distintas disciplinas)
b. Desde la fuente pedagógica (pedagogos)
c. Desde la fuente psicológica (psicólogos)

19. No se debe confundir la enseñanza online con la enseñanza según un modelo tecnológico del curriculo basado exclusivamente en la IA porque…
a. Ambas son parecidas pero no iguales
b. La enseñanza online y la enseñanza basada en la IA son dos conceptos distintos, que intersecan pero no se superponen
c. La enseñanza online es especialmente útil para la IA pero no tiene por qué estar basada en ella.

20. La calidad de la enseñanza…
a. Tiene que ver, sobre todo, con el diseño del curriculo.
b. Es función, en particular, de la metodología.
c. Es resultado de un complejo conjunto de factores, y cualquier ayuda, incluída por supuesto la inteligencia artificial, es bienvenida

22. La IA y el modelo tecnológico del currículo basado en la fuerte interconexión de sus elementos y la eficacia medida…
a. No son lo mismo. La IA puede funcionar fuera de un modelo tecnológico y siempre al servicio del humano.
b. Están muy relacionados.
c. La conexión entre ambos es coyuntural; sólo se produce ahora, principios del siglo XXI, pero no responde a algo necesario.

Pedagogía: la gran olvidada que garantizaría que todo se hiciera adecuadamente

Opino que la pedagogía tendría que ser la ciencia clave de la reforma, previa y fundamento de todas las demás.

Arlequín muy humano, ¿Qué es la educación?

Este cuadro, que pintó mi madre por las tardes con la ayuda de Isabel Merodio sobre los años setenta, se parece a ella. Ella fue mi maestra con mayúscula. Ella me enseñó con u palabra y con su ejemplo, haciéndome accesible el mundo con sus actos, preparándome “escenarios”, fomentando con su afecto algunos comportamientos y dejando que otros se extinguieran, animándome y exigiéndome mucho, estando presente como sencillamente como presencia y compañía. Me ha hablado de sus afinidades y ha puesto en mis manos libro clave. Me ha repetido de diversos modos las piedras angulares de su pensamiento. Ha dejado testigos que sólo he comprendido muchos años después. Me ha dado ayuda y, a veces, me la ha pedido. Fundamentalmente, me ha transmitido confianza.

Además de mi madre, he tenido a mi padre, que era miembro de la WWF y de Amnistía Internacional, amigo de un pajarillo de su jardín que le visitaba las primaveras con regularidad, pintor de acuarelas.  Mi padre nació en 1925, y guardaba muy dentro una infancia bastante difícil, una familia de la “Suiza profunda”, porque también existe la Suiza profunda. Contaba cosas terribles de la escuela. Quería, siempre, hablarnos de la naturaleza, de Diderot, de Voltaire. He tenido también a mi abuela, que no podía dejar, nunca, su afan didáctico, sus historias, sus lecciones. Mi abuela, que fue la viuda de un rojo, la hija de un militar, la niña de la que abusaban sexualmente los soldados, la mujer de un hombre bien posicionado, la hermana de un médico que estudiaba la lepra en Tetuán.  Mi abuela nació en 1910, hace más de un siglo. Un siglo de historia humana concretada como biografía en una persona. Mi hermana no me enseñó directamente nada, pero ella y yo jugamos y jugamos sin parar toda una infancia en la que la única pantalla era la de la televisión, que apareció muy tarde en casa.

En mi primera infancia, tuve un colegio privilegiado en cuanto a metodología, el antiguo Instituto Veritas, en el que no había una estructura jerárquica de transmisión de contenidos, sino espacios de aprendizaje que cada niño organizaba a su manera, mediante planes semanales, con fichas de trabajo individual y sesiones de puesta en común. Había rincones, y cada niño distribuía su trabajo planificándolo a su manera. Era un método que requería mucha preparación. El método flojeó a partir de la pubertad y adolescencia, entonces recuerdo que había clases buenas, como la de latín, y clases aburridas en las que lo que hacíamos era jugar, balancearnos con la silla y no hacer nada. En la universidad, no era obligatoria la asistencia, y me la pasé leyendo por mi cuenta libros que me compraba con el dinero de las clases particulares que daba, y discutiendo de filosofía y literatura con mis amigos, todo libre, todo caótico, nada disciplinar. Después estudié oposiciones con todo rigor, ahí las leyes y unos cuantos libros de psicología y de pedagogía fueron la vertebración, pero me elaboré yo misma los temas, sin supervisión y sin control. Aprobé, porque profundicé y entendía de qué hablaba, y además me gustaba.

Después, en arte, he tenido mucho maestros y maestras. Como corresponde a una persona que le gusta aprender, los maestros han sido los más queridos y respetados de mi vida. Me quejo muchísimo si no me enseñan porque me encanta que me enseñen. Un maestro es insustituible. No te enseña esto o aquello, te trasmite todo. Y “todo” es inclasificable. Por eso, la inteligencia artificial no puede ser maestra. Es imposible. Todos estos procesos (que quedan radicalmente alejados de una concepción tecnológica del curriculo, de lo que hay que aprender y enseñar en la vida y para la vida) son netamente humanos. El aprendizaje es una construcción en la interacción, y como docente vocacional, humana y muy eficaz, lo puedo asegurar. El aprendizaje que se produce en la familia y en la escuela es de una complejidad irreductible. Arlequín, de la Comedia del Arte (que aprendí, también, por Fernando Doménech Rico, y que voy a repasar con la ayuda de Dario Fo) se proyecta en mi vida. ¿Cómo? No tengo ni idea.

Por último, mi profesión ha sido, describiéndola en una sola frase, optimizar la capacidad de enseñar de la escuela y la capacidad de aprender del alumno. Jamás se me hubiera ocurrido reducir la capacidad de enseñar de la escuela y la de aprender del alumno a un modelo tecnológico en el que toda variable estuviera controlada. Los indicadores de la calidad docente que he manejado no tienen que ver con el control ni con desnudos criterios de eficacia. Por eso, sería un error descansar totalmente en la inteligencia artificial. Por eso, el impacto más importante de la inteligencia artificial en la enseñanza se produce cuando ésta desbanca a los profesores, que se sienten inseguros e incómodos ante esa especie de juicios inapelables sobre ajustes de objetivos con criterios de evaluación, rendimiento de los alumnos, conceptos relacionados, indicadores válidos y no válidos… Cuando, precisamente, todo lo humanamente frágil que enseñan es la esencia de su enseñanza y lo mejor. Lo equívoco, lo refutable, las dudas, lo confuso, lo muy personal: todo lo que da un maestro y que es incuantificable y lo más sólido asociado a su biografía, a su persona, a su siglo, a la Historia de la humanidad representada en su disciplina y su persona.

Referentes

Juego entre con gran cantidad de referentes: en un extremo, se encuentra el libro de Pearson, compañía editorial y de servicios educativos multinacional británica,  que me estoy estudiando, presencialmente y online, en la academia Cambridge House de Madrid; el examen para el que prepara es un certificado otorgado por la universidad de Cambridge. El examen de Cambridge y los contenidos que estudio tienen un diseño absolutamente que, casi seguro, está totalmente basado en este modelo. En el polo opuesto, las clases de árabe, que recibí en otra academia de Madrid, la academia árabe, basadas, creo adivinar, en las experiencias eficaces y del día a día de enseñanza del árabe en la escuela, en las que la IA está prácticamente excluida, no lo sé, tal vez aquí me equivoco. Entre medias, mi Grado en Artes de la UOC en dos facetas: al inicio y ahora. Los estudios, tan diferentes en cuanto a los criterios de evaluación, en las dos Escuelas de Arte Dramático que conozco, la de Madrid y la de Galicia; el modelo online pero no creo que basado en IA de la academia CEI Madrid, donde tengo pendiente un curso.  Como referentes del pasado, mis estudios universitarios en la Autónoma de Madrid, cuando la presencialidad no era obligatoria y la IA inimaginable aún; el diseño de los entornos de aprendizaje en mi colegio de procedencia, que sigo considerando modélicos en su formato y que han sido un referente de por vida; mi propia experiencia como hija y como madre y todos los centros educativos por los que he pasado como asesora de calidad, que es lo que es un orientador: desde unitarias terriblemente disfuncionales hasta enormes centros que se situaban en la vanguardia de la experimentación educativa. Desde Casas de Niños y Escuelas Infantiles que tenían que articular la atención a grupos de bebés hasta centros en los que se integraban alumnos con dificultades cognitivas en el rango de la discapacidad intelectual moderada cuya educación, también, era organizada con criterios coherentes y desde una perspectiva holística. Con mucha frecuencia, mis destinos han sido en lugares en los que se organizaba la atención a personas al borde de la exclusión social. Todos los informes que he hecho han cumplido los requisitos de:

  • Situarse en el marco de los estudios más responsables sobre el curriculo escolar.
  • Realizar un estudio sincrónico del alumno con referencia a una norma: triangulación y rigor en la recogida de información (a través de observación, cuestionarios, entrevistas y pruebas estandarizadas); resumen exhaustivo de todos los datos, tanto los explicables como los que no sabía o podía explicar
  • Un estudio diacrónico con la mayor exhaustividad posible: reconstrucción de las historias de salud, escolar y familiar basadas en documentos y entrevistas.
  • Elaboración de toda esa información:
    • Presentando el posible sentido unitario como hipótesis y los consejos como posibles actuaciones para la mejora de la atención.
    • Dándole a la información una formulación rigurosa en relación con las fuentes científicas
    • Respetando la relevancia, el lenguaje y las posibilidades de comprensión de sus destinatarios finales, tanto familias como docentes.

Tareas pendientes

  • Es urgente para mí organizar todas mis fichas, las fichas en papel, todos los referentes que se me han ido desordenando con los años, que  legitimarían mucho mejor mis palabras.
  • Tengo que organizar y cribar todos mis tags, las categorías de este sitio web. Es el momento de la recapitulación. Después de siete años estudiando arte, tengo que organizarme.
  • Voy a preguntar a mis profesores responsables y colaboradores de este semestre de Taller de Arte Sonoro, Cuerpo y género, Performance e Inglés sobre el papel de la IA en el diseño de los curriculos. También lo voy a preguntar en mis academias.
  • Voy a plantearme si la personalización de la IA es adecuada o no, a qué responde y por qué ahora hay tanta reticencia respecto a ella.
  • Actualizar mi curriculum en Linkedin.

 

Debat0el Cuestionario sobre el uso de la IA -y arlequín muy humano

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Sonido y olor del cuerpo entre sábanas

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Sonido y olor del cuerpo entre sábanas

La obra Sonido y olor del cuerpo entre sábanas es una performance de arte sonoro que reproduce el sonido y evoca el…
La obra Sonido y olor del cuerpo entre sábanas es una performance de arte sonoro que reproduce el sonido…

La obra Sonido y olor del cuerpo entre sábanas es una performance de arte sonoro que reproduce el sonido y evoca el olor de un cuerpo que pasa de la vigilia al sueño. Se compone de once paisajes sonoros correlativos en los que ocurren situaciones muy diferentes a lo largo de una noche. Todos los que hemos estado ingresados en una unidad de urgencias de un hospital público en espacios lógicamente compartidos, sabemos lo que es el paisaje sonoro que produce, en la noche, la anciana enferma de la cama contigua: una boca abierta en escorzo;  bostezos que son como alaridos sofocados; suspiros que ocupan todo el espacio común. También los que hemos asistido a personas mayores en residencias de ancianos. Esos sonidos, que por su diversidad y por toda la información que aportan pueden ser llamados, propiamente, “paisajes sonoros”, se caracterizan porque no se analizan y se rechazan.

Por una parte, son descalificados de entrada desde el punto de vista de su significatividad, es decir, no se comprende lo que dicen ni lo que quieren decir. Por otra parte, son asociados, molarmente, a lo más sórdido de la vida, al anuncio más sombrío: el de la llegada a la antesala de la muerte, muerte que se supone por esa realidad tan predictiva que es la enfermedad de una persona mayor.

La singularidad de esta performance de arte sonoro a la que llamo “El cuerpo entre sábanas”, es que recojo, sistematizo como puedo y publico los sonidos de mi cuerpo en el proceso de irse quedando dormido; un cuerpo que está en, digamos, recesión; un cuerpo que se encuentra en eso que la ciencia médica llama “atrofia” y yo como sujeto llamo “retirada”.

Como cuerpo, estoy en retirada; como sujeto de ese cuerpo, sigo queriendo participar en el festín de la vida, sigo teniendo cosas que aportar, y aporto al arte de la acción (no de la representación), de la acción real (no simulada), de la acción performativa (según la magnífica apropiación que hemos hecho los latinos de esta palabra robada al mundo anglosajón, acción intensificada) mi propio élan vital, mi aliento, el aire que me da la vida y los otros sonidos del cuerpo que sostienen su ritmo: el bostezo, el suspiro…

Como objeto sonoro,  podría decirse que las sábanas y mi cuerpo formamos un objeto sonoro. Lo siento, pero me río desdeñosamente de los que se burlan del arte sonoro desde las alturas prístinas del “arte nusical”: el arte sonoro es arte por excelencia, fuente de la música y naturaleza, y el sonido nuestra forma de ser más inmediata: precisamente por su inmediatez permanece invisible, como casi todo lo esencial. Este objeto sonoro que los humanos somos cada noche está formado por:

– Las sábanas, en este caso el saco que uso para dormir (porque, de momento, lo tengo en Galicia; no me he comprado todavía edredón aquí en Madrid y me estoy apañando con un saco).

– Mi corazón, que creo que hace que se muevan mis pulmones. (Estos conceptos los desconozco, los esbozo sólo, porque no sé dónde se origina el movimiento y hasta qué punto la respiración voluntaria lo controla.)

– Mis pulmones

– Mis vía respiratorias, que hacen que el aire, como vehículo elástico, transmita la vibración

– Mi nariz. Mi nariz es importantísima, y es la gran olvidada. Por los ojos veo el mundo audiovisual y digital nada menos; por la boca, como, bebo, beso (si tengo a quién) y hablo. Todas ellas son actividades esenciales en mi función de relación, y ojos y boca son sus objetos esencialmente míos. Pero ¿y mi pobre nariz? Ella es, nada menos, que mi vida misma, mi respiración.

– Las secreciones de mi nariz. No tengo ni idea de por qué se tapona, se llena de moquilla transparente y líquida y no sé por qué sangra a veces.

– El ritmo de mi respiración. Esto, que forma parte del objeto sonoro que soy, la verdad es que no entiendo bien de qué depende; sé que tiene consecuencias importantísimas en todo mi cuerpo, pero no sabría explicar con rigor qué es ese ritmo que es mi existencia y que me acompaña siempre.

Como paisaje, aquí despliego algunos de esos sonidos que constituyen la amalgama que es mi trabajo: suspiros, sorbidos, bostezos, roces del exterior de mi cuerpo con la tela del saco, respiraciones forzadas, tosidos, rascadas, inspiraciones largas, bostezos sin acabar, sonidos imprevistos de los órganos fonadores y un largo etcétera que no he inventariado, que sería inventariable y aislable y que es el que aparece en las transcripciones/interpretaciones/memorias de sonidos. Como ocurre con los nombres de la lluvia en los distintos idiomas, aquí el lenguaje ejerce su dictadura: no tenemos casi palabras para nada de todo esto, de modo que es difícil, por ejemplo, clasificar las decenas de tipos de bostezos que todos, como “usuarios” del bostezo, conocemos.

Por último: ¿Es arte esto? ¡Claro que sí! Es el arte de poner ante nuestros ojos lo que no se ve aunque se esté viendo, en este caso oyendo. ¿Es performance? Yo creo que sí. Es más: creo que siempre que alguien da vueltas y revueltas como queriendo decir algo que quiere emerger y, por lo que sea, no se atreve o no puede del todo, está haciendo arte. Por eso a la IA le cuesta tanto el arte y lo que ella llama “la creatividad”, porque ¿Quién es la IA para querer decir algo del contexto que quiere y no puede del todo decir? Por eso creo que las Pinturas Negras de Goya fueron tan performativas que lo siguen siendo, gritaban, decían ¡Mira, mira!¡Esto no se entiende!, clamaban. Pero también el retrato de Fernando VII grita. Y estoy convencida de que toda la obra de Luis Paret grita, grita desesperadamente… Pero la de Goya grita desde la libertad y la integridad, y la de Luis Paret desde la mezcla, la opresión y el fango… La obra que presento reivindica algo mucho menor, reivindica mi vida sin voz. Defiendo ardientemente su calidad porque nuestra cultura visual es, también, una cultura sin discurso, y esta obra encaja en ella, creo, a la perfección, y cuenta cosas que, como el olor, se escapan…

La obra Sonido y olor del cuerpo entre sábanas, como he dicho, reproduce el sonido y evoca el olor. Se compone de once paisajes sonoros, pero reproduzco aquí sólo la Ficha técnica, el espectrograma y la transcripción del primer paisaje a modo de ejemplo, y, en cuando pueda colgar los archivos WAV, enlazaré el archivo de sonido correspondiente y los restantes. La primera secuencia se llama “respiración agitada”.

1. Respiración agitada.

Muchas de las palabras de este trabajo parecen evocar las de la familia semántica del sexo. Por tanto, tiene, también, la cualidad de despejar esa área de connotaciones que no son de su exclusiva pertenencia. Respiración agitada es sexo, pero también es aviso de muerte o asma. Sábanas son sexo, pero también son mortaja. Suspiro puede ser amor y también pena.

Cada uno de los cuadros que adjunto son aproximativos, igual que hice en la entrega de mi trabajo de arte sonoro.

Sonido y olor del cuerpo entre sábanas. Primera secuencia.

  1. Ficha técnica.

2. Captura del espectrograma

3. Transcripción, en negrita la primera aparición de cada uno de los conceptos.
IMPORTANTE: lo que llamo “conceptos” son las abstracciones generales sobre los ejemplos de cada cosa. Por ejemplo, el “tragado de saliva”, cada vez que trago será diferente el sonido que produzca, pero habrá algo común a todos los tragados.

Meto la grabadora entre la sábanas.
Empiezo a respirar. No puedo respirar bien.
Mucha respiraciones forzadas, son mi respiración.

Así me he despertado. Parece que poco a poco se me van calmando.
Tragado de saliva. Estoy incómoda.

[Se me ha olvidado ponerle su protector al micrófono.]

Tengo tapada la nariz. Sorbo por ese lado. Paladeo. Respiro por la boca.
Intento bostezar y no me sale.
Vuelvo a sorber.
Ahora respiro con la boca abierta.
Minuto 5:12. Sorbo, para intentar destaponarme la nariz.

5.28. Nuevo intento fallido de bostezo.

Sigue mi respiración como al principio, parece que un poco menos fuerte.
Parece que sigo respirando de modo forzado.

6:44. Casi puedo bostezar, y me alegro, por lo que la segunda parte es sonora.

No paro dentro de moverme.

7:50. Cada vez, mis bostezos son más eficaces.

8:13 Mi respiración se va normalizando, aunque sigo con la nariz tapada.
Ya el espacio entre respiración y respiración se va haciendo mayor.

9:06 Ya parece que está todo más acompasado, y no me muevo tanto.
9:54. Tengo la nariz muy tapada, de hecho me sale mucha moquilla.

10:19. Suspiro grande.
10: 27 Rascada.
10: 32 Tos.

10:56 Bostezo.
11:05 Creo que voy mejor.

11:28 Vuelvo a bostezar, trago, respiro fuerte otra vez.

12:00 Parece forzada la respiración en su ritmo, pero yo creo que es mejor que al principio.

Así sigo un rato.

[En toda esta situación, no aparecen sueños ni ensoñaciones. Cualquiera diría que ha terminado el descanso.]

14:12. Parece que me reactivo y sigue la misma tónica. Ahora, como se me ha olvidado proteger el micrófono, se oye mal.

15:28 Ahora, desde fuera, parece que es una respiración relajada. No sé si será por los tiempos relativos de inspiración y expiración.

16:36. Primera vez que oigo una respiración normal, a partir de ahora se intercalan respiraciones normales con las respiraciones forzadas del principio.
17:27. Fuerte inspiración contenida, fuerte sorbido de nariz, trago, expiración en la que, por primera vez, suenan las cuerdas vocales.
18:13. Siguen los sorbidos y la nariz tapada. Respiro por la boca de forma continuada, por primera vez. Parece que de forma más pausada. Trago.

19:45. Hago un sonido vocal como de relajación. No me he dormido.

Apago la grabadora.

A lo mejor una recopilación de estos datos podría serle útil a la medicina. Cuando presente los paisajes sonoros que me faltan, se verá que estos datos pueden ser útiles para la psicología, para ver, palpablemente, la relación entre estados de conciencia y respiración, y capturar eficazmente los pensamientos y ensoñaciones que se escaparían si no fuera por la grabadora.

Debat3el Sonido y olor del cuerpo entre sábanas

  1. Maria del Puig Ventura Àlvarez says:

    Hola, Úrsula!

    La manera com dones veu (i so) a realitats corporals sovint invisibilitzades o rebutjades em sembla molt interessant i el títol el trobo realment poètic.

    El fet de no haver-hi imatge i deixar volar la imaginació són realment inquietants els sons, ja que s’amplifiquen i de la invisibilitat quotiadiana passen a estar en un primer pla que m’ha generat certa angoixa.

    M’has fet pensar en artistes com Vito Acconci o Christina Kubisch, tots ells amb una narrativa implícita.

    M’agrada la utilització del cos i de totes les seves funcions, moltes vegades oblidades per fer-les protagonistes, reivindicant-les com a escolta atenta. els roncs, la respiració difícil, que moqueja,  tot allò que potser rebutgem i que és part de nosaltres, la vida, que parla del que som però que sovint silenciem.

    Amb tot aquest concepte d’art sonor que has treballat, penso que s’hi adequa molt la frase del John Cage quan diu “Dondequiera que estemos, lo que oímos es en su mayor parte ruido. Cuando lo ignoramos, nos molesta. Cuando lo escuchamos, lo encontramos fascinante.” I fascinant és aquesta successió de sons i vida que presentes a Sonido y olor del cuerpo entre sábanas.

    També és interessant l’aportació de l’espectograma de com a part de la documentació pròpia de l’obra però que en el fons és obra d’art en sí mateixa, amb aquests pics de so en color vermell.

    I ja per acabar, dir que la teva obra és totalment efímera i única, mai podràs tornar a repetir els mateixos sons i això la fa realment única.

    Amb ganes de veure com fas evolucionar aquesta peça.

    Seguim!

     

     

     

  2. Núria Iglesias Rodríguez says:

    Hola, Úrsula!

    M’interessa quan dius: “creo que cuando alguien da vueltas y revueltas como queriendo decir algo que quiere emerger y, por lo que sea, no se atreve o no puede del todo, está haciendo arte”. La connecto amb la fragilitat del viatge que pot ser el procés creatiu i que percebo en la teva acció performativa.

    L’acció i el text em transmeten idees com ara: 1) Deixar-se anar en un descans que sobrepassa i transforma; 2) Transitar entre estats de consciència diferents (“duermevela”);  3) L’abjecció com a forma de resistència o els temes en què treballava Camila Cañeque qui reivindicava la immobilitat, reflexionava sobre la idea d’un esgotament sistèmic o com resistir a la deriva productivista.

    El teu nas tapat em recorda que jo no flairo res quan em passa el mateix. Malgrat que la teva reflexió, entorn l’experiència, sí que em convida a imaginar les olors. I, evidentment, el títol les evoca i em convoca a oir l’acció sonora imaginant quin tipus d’olor deu fer el teu sac, alè, pell, cos.  

    M’atrau que donis més pes al so que a la imatge i que hi hagi un intent per transportar-nos a l’olfacte. Això em connecta a la noció d’estètica descolonial (“aiesthesis”). Segons Rolando Vázquez (2016) significa posar èmfasi en l’alliberament dels sentits i de les formes de percebre el món davant d’un sistema de regulació.T’interessaria presentar aquest treball en format instal·lació física, més enllà de la pantalla que compartim? I, en cas afirmatiu, has considerat com continuar indagant en la transmissió de les olors?

    En darrer lloc, pel que fa als sorolls del frec del micròfon i d’altres, t’interessa mantenir-los o voldries que no sortissin en la pròxima iteració? Perquè sento que guarda certs paral·lelismes amb els sons que voluntàriament has volgut registrar i el “noise” (categoria musical que fa un ús expressiu del soroll) i del qual et faig arribar un podcast del programa “Tácticas de Choque” que potser trobes, en alguna de les seves parts, adient.

    Salut!

    n.i.r.

    Bibliografia:

    Barrera, M. (2016). Aesthesis decolonial y los tiempos relacionales. Entrevista a Rolando Vázquez. Calle14: revista de investigación en el campo del arte. Volum 11, núm. 18,  pp. 76-93. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Recuperat de URL. Consultat maig 2025.

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El sello, el papel y la dirección

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El sello, el papel y la dirección

Cuando los políticos que tan involucrados están con lo real se preguntan por la huella que van a dejar en la Historia,…
Cuando los políticos que tan involucrados están con lo real se preguntan por la huella que van a dejar…

Cuando los políticos que tan involucrados están con lo real se preguntan por la huella que van a dejar en la Historia, yo creo que deberían distinguirse estos tres aspectos: el sello, el papel y la dirección. Distinguir estos tres aspectos es esencial, igualmente, para que los desarrolladores de las IAs se los cuenten a las IAs, haciendolas conocedoras de aquello que es la materia misma de la humanidad, que es esa ambigüedad de lo humano que tanto las puede llevar a error.

El sello, el papel y la dirección

Tenemos el sello “Gorbachov”, por ejemplo. El sello “Gorbachov” es un sello personal totalmente negativo para muchos rusos, muy positivo para casi todos en el mundo occidental y con una entidad propia indudable. Yo tengo sólo un pequeño recorte de él, le vi en un reportaje en su casa, con su perrito, y parecía un ser triste, vulnerable. Era muy mayor. Su voz no era arrogante, sino más bien dubitativa. Su persona no desprendía ese DAG, Despotismo Autista Grandioso, al que estamos habituados, sino un temblor muy humano. Pero su sello queda totalmente tatuado en la Historia.

Su papel fue decisivo. No movió montañas, pero casi. Echó abajo el muro de Berlín y más cosas que no sé. Apostó mucho, bien desde el punto de vista de unos, mal desde el punto de vista de otros. Por lo poco que sé, creo que fue un jugador en el que tal vez se conjugaban el entusiasmo y la capacidad de comprender con calma y humanidad, lo cual es una buena definición del concepto de “jugador prudente”(1), que es lo que queremos ser muchos en la vida. No sé si algunos lo considerarían “prudente”, pero “prudente” es pensar el bien general, no sé…

Respecto a la dirección, estamos viendo la dirección que están tomando los acontecimientos en los que su papel fue decisivo, y es una dirección que requiere consolidación, que por sí misma no se sostiene; una dirección difícil, en la que, sin nombre, Gorvachov sigue existiendo; una dirección que él como sello avala desde las nubes en las que está desde 2022; una dirección que no tenemos ni idea de cómo va a evolucionar porque en las direcciones toca todo el mundo, ni muchísimo menos sólo una persona.

Tenemos el sello “digitalidad”. (2) Que la digitalidad es una construcción maravillosa y absolutamente genial, que no hay palabras para calificar este invento, que es El invento o “la cosa” por excelencia (no el invento del siglo, no el invento del milenio, El invento más sofisticado, simple y decisivo de la humanidad hasta ahora) es algo que todos sabemos.

Su papel es crucial a todos los niveles, siempre teniendo en cuenta que lo que llamamos digitalidad es un hito, sólo un hito (una cima, lo que se levanta pero es sostenido) de muchísimas otras cosas que o bien la han hecho nacer o bien han sido modificadas por su nacimiento. Como ese conjunto indiscernible de cosas que es, la digitalidad tiene un papel de protagonismo absoluto en los tiempos que corren, tal como estudié en la asignatura de Cultura Visual y Nuevos Medios. Yo, tonta de mí, no me daba cuenta, me costó verlo y cuando lo vi casi me dio un pasmo.

La dirección a la que nos está arrojando la digitalidad, como en el caso de Gorbachov, depende de cómo vayamos recibiendo el testigo. Porque si bien en el caso de Gorbachov las resistencias son las facticidades de las cosas (o sea, que una cosa es “querer” y otra es “poder”), en el caso de la digitalidad las resistencias son los desconocimientos (o sea, que puedes “querer” pero que también tienes que “saber cómo hacerlo”).

Y por último tenemos el sello “rueda”. La “rueda”, que es algo así como el modo por el que el ser humano burla la gravedad,  ha sobrevivido como sello en esa palabra, que existe en todos los idiomas, me imagino. Hasta en el idioma Sesotho sa Leboa, uno de los más raros del mundo y con el alfabeto más resumido, tiene una palabra para ella, Leotwana.

Su papel ha sido sencillamente decisivo en todas y cada una de las áreas de lo que es ser humano, desde la construcción de las pirámides hasta las comunicaciones… ¿Dónde nos lleva la rueda? Sería bastante corto de miras, por nuestra parte, decir que ella es la responsable de los vehículos que originan el tráfico que termina en la contaminación atmosférica que, a su vez, causa el calentamiento global que genera cambios atmosféricos que provocan esa muerte de la que como seres vivos somos antítesis. No sabemos bien dónde nos lleva, pero, en el camino, la disfrutamos. La gozamos en el coche y en el patinete; está en casi todas las fábricas, y sin ella los productores se quedarían sin producción; gozamos de su imprevisibilidad (unida a la nuestra) en el fútbol y muchos otros deportes, y hasta cuando la echamos en el plato y nos la comemos en forma de cuscús es un gustazo.

Lo importante para el político en la cima del mundo, en la cima de la institución, de la empresa o de la comunidad de vecinos

  • Político, tu “sello” es lo de menos. De verdad. ¿Cuánta gente hay que ahora mismo esté leyendo Hamlet? ¿Quién fue Shakespeare? ¿De quién era “hito”? Procura que tu sello no sea el DAG. No derives hacia la EPAN, Egolatría Personal Autocrática Narcisistica. Y, por abreviar, acuérdate que eres hombre, que era lo que decían los romanos, creo, a los emperadores mientras les aclamaban, lo que significa “algo bastante chuchurrío en el fondo”.
  • Tu papel importa. Tu compromiso es lo que verdaderamente importa; aunque de tu nombre no quede nada,  lo que muevas ahí donde estás quedará, quedará mudo y presente a la vez. Pero recuerda que tu papel no es sinónimo de lo que pretendes hacer, a veces tu comportamiento coge patas y te juega en contra.
  • La dirección. Ese es el punto clave. Y es lo más difícil de todo… Político, no consientas que nadie te llame “malo”. Y, sobre todo, sé bueno. Tu bondad es la que nos dará la dirección… No tus hechos, porque seguro que eres tan pieza como todos nosotros: tu bondad. Tu bondad es bondad para los tuyos, pero tuyos somos todos, político, si tuya es la humanidad.
  • El despotismo. El despotismo se aprende en casa. Se ejerce performativamente. Se alimenta, cuando el de enfrente le hace el juego a tu performance. Crece en los Medios, se reproduce y no muere, pero puede hacer morir.
  • Cuidar al niño y a la niña es absolutamente imprescindible; mimar es un error imperdonable.

 ANEXO 1. La rueda y la pelota

Anexo 2. Papel de los sabios en la ciudad de Platón

(1) La IA de Google me dice que una persona que apuesta mucho es un ludópata. La IA de Bing me dice que una persona que apuesta mucho es un jugador entusiasta. Personalmente, considero la vida como un juego de azar y apuesto cada vez que actúo de una manera a la que podría llamar apuesta performativa, contraviniendo la ironía que, en el libro de texto de Pearson que me estoy estudiando para el examen de Cambridge, envuelve la palabra performance. Se nota que Cambridge no esta muy ducho en latinajos ni capta sus resonancias, porque “per”, para nosotros latinos, también es un intensificador que también significa “alrededor” (como cuando rodeas algo para subrayarlo). Por tanto, performar una actuación podría ser tener el arte de actuar reflexivamente (dando vueltas, rodeando, enredando, embolicando) alrededor de ella, intensificándola, poniéndola en primer plano como actuación.

(2) La IA de Google me dice que la digitalidad es obra de muchos, y señala como bases a Leibniz y a Shanon. La de Bing me dice que fue el genial Shanon el que puso las bases. Lo que yo sé es que, como en el cuento de Grimm Cuatro hermanitos listos, que, por cierto, no tiene para nada las tontorronas moralejas que me muestran las IAs, nadie se puede casar con la princesa. Cuando lo leí, me dio mucha pena no casarme con la princesa, porque, por supuesto, yo fui, a la vez, los cuatro hermanos.

(3) Y las dudas son…

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La desesperación muda de la margarita (metaconstelación)

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La desesperación muda de la margarita (metaconstelación)

Acabo de darme cuenta de que las plantas son seres vivos mudos. ¿Es que la voz está relacionada con el movimiento? El…
Acabo de darme cuenta de que las plantas son seres vivos mudos. ¿Es que la voz está relacionada con…

Acabo de darme cuenta de que las plantas son seres vivos mudos. ¿Es que la voz está relacionada con el movimiento?
El día de la Tierra, un dedo, la seta, una flor, la otra. El dedo es mi cuerpo, que es la Tierra de mi vida. La margarita, que es una de las flores más bonitas y que no se puede sobreponer a haber sido arrancada de ella. Para la asignatura de Performance, tengo un lío enorme y, como siempre, me cuestan muchísimo dos cosas (además del After Effects, jajaja, que me costó un diente):

  • Primero, priorizar
  • Segundo, resumir

Ambas cosas, imagino, comparten mucho. Por eso me cuestan las dos. Por eso mi nueva constelación de constelaciones está tan dispersa. La pongo aquí. La pongo con una margarita que he cogido, junto con otras dos florecillas amarillas y una seta, en un paseo que me acabo de dar hoy día de la Tierra, que es lo más bonito en muchos años luz a la redonda.

Y se la dedico a la Tierra, a ver si consigo empuje para ayudarla. Para ayudar a la Tierra, que es la gran misión, necesitaría más tiempo para estudiármela bien. De modo que la siguiente Performance que voy a hacer no va a ser de ayuda a la Tierra, sino una Performance cochuna, en el “cruce” que “atraviesa” los vehículos, las identidades y los parabriseados. Pero para ayudar a la Tierra desde el aquí y el ahora, le dedico esta foto, con mi margarita recortada. Gracias a la UOC, seguiré caminando sin dispersarme tanto (ya me lo dijo el profesor Fernando Doménech Rico, que me disperso mucho.)

Bischofberger U (2025) Margarita, ¿te salvamos? (Arte digital con Paint)

Y aquí está salvada. Y ahora mismo, en cuanto termine, voy a poner a la real (la margarita real, me refiero) en un vaso con agua. Me ha parecido increíble lo preciosa que me ha quedado la margarita, ese contorno azul que le ha salido solo con mi flexo, y eso que no la he retocado.

He aquí un poema que he encontrado en la carpeta que tengo de las clases de este profesor, cuyos apuntes guardo como el oro. Fue un profesor que yo llamo generalista, como todo filósofo que no es “especialista en filosofía” (lo cual es una contradictio in terminis). Igual que es generalista Carlos Pazos. Los generalistas, yo me considero una también, tenemos las de perder. El poema que adjunto no lo he leído todavía: lo largo que es me echa para atrás. Pero lo dejo aquí por si algún día aprendo francés y lo puedo leer en francés. Quien sabe. Yo calculo de delante atrás que a lo mejor todavía cuento con veinte años de vida. De momento, me concentro en el inglés.

El título de la foto de portada es:
Bischofberger U (2025) La desesperación muda de la margarita (Foto de alta resolución sin retocar)
Y ésta que pongo a continuación se llama: felicidad de margarita viva. ¡Así pienso estar hasta que estire la pata!
– No te desesperes, margarita.
– Aquí en Madrid creo adivinar que te plantan
– Te queremos margarita
– Animo margarita
– Todos los niños del mundo, que te escriban una frase margarita.

Debat0el La desesperación muda de la margarita (metaconstelación)

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Receta para hacer “nazi con criatura”

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Receta para hacer “nazi con criatura”

Bischofberger U (2025) Nazi patanegra (Foto de alta resolución.) Subtítulo: dolorosa fragmentación semicurada cuya voz espanta. Presento este trabajo en el aula…
Bischofberger U (2025) Nazi patanegra (Foto de alta resolución.) Subtítulo: dolorosa fragmentación semicurada cuya voz espanta. Presento este trabajo…

Bischofberger U (2025) Nazi patanegra (Foto de alta resolución.)
Subtítulo: dolorosa fragmentación semicurada cuya voz espanta.

Presento este trabajo en el aula de Performance para cerrar mi performance Variaciones del saludo fascista. No quería dejar esa performance sin un texto que estuviera a la altura de su carácter performativo (esto es, arriesgado por encima de todo). Porque si vas por el mundo haciendo el saludo fascista te arriesgas a que te sancionen.
Ahora actúo online en esta performance online. Así, me arriesgo con este Nazi con criatura, que continúa otros trabajos previos muy sentidos: desde la denuncia de la injusta demonización en bloque de la llamada “ultraderecha” hasta la creciente afición a deleitarse con distopías. Desde el Nazi Patanegra que fotografié cuando estudié cocina hasta las citas de Simone de Beauvoir que hice para cerrar mi trabajo sobre el sexo, todo ello en el marco del Grado online en Artes de la UOC.

Esta receta es una receta tradicional, que se ha transmitido de generación en generación. Es de dificultad mediana, pero muy económica. Es conveniente que el o la posible chef sea un criador reducido al aura mediocritas, preferiblemente zarandeado y empapado de resentimiento. La publico también en Cuerpo y género porque si el género es constitutivo de las masas como cuerpo que somos, la fragmentación no lo es menos. 

Práctica performativa en la que un texto actúa

En este caso, un texto de lo más común, que actúa igual que actúa (o es arte de la acción, nunca mejor dicho) una receta de cocina

Nazi con criatura no es una receta como la de Nazi pata negra que presento en portada: para ésta, es imprescindible el jamón, y se sube mucho el precio… Nazi con criatura es algo mejor: da un nazi esaborío, tipo carcelero de campo de concentración o incluso algo de menor rango. Pero es absolutamente imprescindible para el día a día que la tengas entre tus platos preferidos, es plenamente confiable y, sobre todo, sale barata.

Bueno…. ¡Basta ya de hablar! ¡Os comparto la receta!

Ingredientes

  • Una criatura
  • Sedentarismo crónico
  • Normas claras, literales, estrictas y de obligado cumplimiento
  • Carne. Puede ser carne animal, vegetal o mineral, pero siempre tiene que ser de las afueras.
  • Desorden estructural profundo
  • Razonamiento pelado

Para el adobo

  • Tú no digas nada
  • Tú callado
  • Eso a ti no te importa
  • Porque lo digo yo.
  • Cuando yo diga

Harán falta: una espalmadera que sea adecuada para dar el merecido, una espátula del tipo ignorancia y el avisador. Lo más importante es que la olla no sea de presión normal, sino que supere con creces la presión máxima admisible.

Se coge a la criatura y se pone a cocer destapada y a fuego lento con ambiciones de lujo, de poder y de buen posicionamiento. Mientras cuece, se espalma la carne con una espalmadera para darle su merecido. Se pela el razonamiento y se pone en un cacharro aparte, a fuego lento, con el desorden estructural profundo hasta que quede totalmente reducido y concentrado en varios grumos muy sólidos.

Olvidé decir que, previamente, se habrá tenido en adobo con sueños de grandeza, un puñado muy pequeño de conceptos, montañas altas y canciones en cuatro por cuatro y tono mayor. En esto hay opiniones: hay quien mezcla, también, otro tipo de música o literatura universal, todo va en gustos.

Cuando la criatura está casi cocida, se agregan los grumos de razonamiento y la carne espalmada, cortada con un cuchillo bien afilado y preparada para arrancarle la piel a tiras. Es importante, en este momento, recortar la casquería (hígado,  corazón,  riñones,  mollejas, patas y rabo). Por último y poco a poco, para que cuajen, se agregan, bien calientes, las normas claras, literales, estrictas y de obligado cumplimiento, sin dejar de remover con la espátula ignorancia. Para esto último, aunque no siempre, se solía contar, antes,  con frecuencia, con la ayuda inestimable de la sirvienta escuela. 

Se cierra la olla, y se lleva a la presión máxima exigible entre quince y treinta años. Para que no se les haga muy pesada la cocción, los chefs antes la acompañaban de la lectura de libros como el Dhammapada, la Biblia, el Corán, los Vedas, el Antiguo Testamento,  Adi Granth, Sutras hinduistas o Whatever, práctica que, decían, favorecía que la cocción se aromatizara con un dogmatismo que tiene las más exquisitas propiedades organolépticas, coherentes y totalizantes. Pero últimamente estas lecturas se queman con todas las demás, se prefiere el ahumado como totalización totalmente totalizada, y se cuece en el silencio.

Se sirve con una servilleta con los colores de la nación o nacionalidad. Se acompaña con todo tipo de verduras: árboles de bosques enfermos, amapolas en peligro de extinción, lo que no llegó a nacer bajo el césped e incluso lechuga, eso sí, todo picadísimo en brunoise. Como sugerencia, no poner velas en el centro de la mesa, sino minimisiles.

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“Bronquitis: selfie”. Selfies de mis enfermedades, dos

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“Bronquitis: selfie”. Selfies de mis enfermedades, dos

Madrid es un sol ¡Otra vez un día luminoso! Y aire que viene de la Sierra. Y árboles en las calles. Y…
Madrid es un sol ¡Otra vez un día luminoso! Y aire que viene de la Sierra. Y árboles en…

Madrid es un sol

¡Otra vez un día luminoso! Y aire que viene de la Sierra. Y árboles en las calles. Y agua del grifo que sabe deliciosa. Y paseos en tierra de nadie por donde quieras. Y libertad. ¡Ay, cómo me gusta Madrid! ¡Que suerte, haber caído, de entre todos los lugares del mundo, en Madrid! Aquí sigue siendo verdad que da igual de dónde seas. Aquí puedes poner a parir a Madrid con quien sea y Madrid nunca se enfada. Madrid es el antifanatismo promadrileño. Me he ido mil veces de Madrid y eso ha sido lo que me ha enseñado que Madrid es un sol -sol que hubiera sido amado por Goethe, cuyas últimas palabras antes de morir, dicen, fueron: “Luz, más luz”. Yo cual Goethe, también tendré mis últimas palabras, y como española hermanada más que nada con lo humano, diré:
– Hala, adiós muy güenas. Ahí os dejo, que os matéis a gusto entre todos, por Dios santo y por la virgen, cago en…
No sé si me dará tiempo a decir todo eso.
No sé si me acordaré.
Pero desearé con toda el alma que seáis buenos y os portéis bien cuando yo no esté…

El Paraíso Terrenal de España allá al Fin de la Tierra…

Al final, se me ha curado el vértigo: tranquilidad y almohada. He entendido los sobretonos, gracias a este vídeo, de modo que me he relajado en cuanto a preocupación. Y, como la ropa de cama me la dejé en la otra casa, he usado una manta doblada como almohada de manera que, imagino, se han reorganizado los fluidos de mi laberinto. Porque, ojo,  YO tengo DOS CASAS, ¡Toma!,  un estudio en Madrid y un apartamento en el Paraíso Terrenal de España, que se llama Galicia, lugar en el que he cultivado una íntima relación con cuatro aves. Tipo: cornejas. Me adoran, y yo las idolatro. También tengo allí un vecino que me cae muy bien, unas flores blancas al borde de un camino, arena, palos, una ría, zonas agrestes, nubes y muchas aves…

Mis prótesis dentales son incombustibles

Para curarme el vértido, he usado la manta doblada como almohada porque todavía no me he comprado la ropa de cama (edredón y almohada). En mi orden de prioridades, primero va reponer el diente, y soy estricta. Me imagino yo siendo incinerada, y después, la persona que va a meter las cenizas en mi bote final (llamado “urna”), si es nueva, haciendo el barrido y diciendo: “¿¿Esto queeeeeeeeeésssss?”. Porque claro: mis prótesis dentales son incombustibles. Al final, terminarán en el vertedero, excluídas del resto de mi ser, con lo caras que han sido. No sé si son reciclables, lo tengo que preguntar.

Mis enfermedades, por ahora, no son ateas

Todas han tenido cura. Pero como este trabajo va a ser una performance, no las quiero decir ahora tan tranquila, todas en retahila, porque si no me cargo la performance. Sí: cada una de mis enfermedades ha transcurrido por mi vida con su cura, aunque, a decir verdad, en la mayoría de las ocasiones, a las curas les he arrancado el alzacuellos y les he hecho mil tropelías a mitad de proceso y cosas así. Porque la identidad permanece, mis enfermedades han tenido siempre cura, pero yo siempre he sido una paciente anarquista. O sea, una paciente impaciente.

Las bronquitis son de ultraderecha

“Bronquitis” es una de esas palabras de ultraderechas que, por naturaleza, nunca llegarán a ser plurales. Yo también soy singularmente plural. En mi primera juventud, cuando pesaba 55 kg, usaba tacones de 30 cm y era más mirada que la Torre Eiffel;  en aquella época en que las suecas éramos una raza que incluía una amalgama de nacionalidades sin fronteras que ocupaba desde los Pirineos al Círculo Polar Ártico y los españoles éramos un retaco residual de hambre y currusco subidos a un andamio sin cascos, yo, como sueca esquimal a la que insultaban desde las obras diciendo con un grito tarzánico…

¡Niña! ¡Que eres más larga que un día sin pan!

…en aquellos santos años, decía, ensarté una bronquitis detrás de otra y, entre bronquitis y bronquitis, venga antibiótico. El encadenamiento era fatal. Porque, de detrás a delante, los eslabones eran: los efectos secundarios del antibiótico (que tomaba en plan aspirina, cuando me acordaba); la irritación de mis cilios y demás familia; las noches de tos y mal dormir; los días trotando por Madrid con un vestidito finísimo porque nunca tenía frío dixit; y, sobre todo, otra enfermedad adquirida por culpa de esa barriada de Los Ángeles llamada Hollywood que fue un demonio para mis pulmones: el tabaquismo.

El círculo virtuoso

Como Salvador Dalí, no creo en la dialéctica sino en el círculo vicioso. En mi caso, también en el virtuoso. Porque, una vez que pasé el umbral de enorme puerta de piedra que es el Imperio de la Necesidad y mi vida se organizó laboralmente, ese círculo vicioso se rompió un poco, y las bronquitis se fueron disolviendo, junto con las flemas… Entre tanto, he de decir, el descanso, el abrigo, el agua, el orden en las tomas y unos tés que me compraba mi madre, llamados Gordolobo y Pulmonaria que tenían ese efecto placebo no desdeñable, hicieron el resto.

No registré mis toses. Qué pena.

¡Os quiero de vuelta, toses! Como muy bien supe leyendo y leyendo, arte y pensamiento tienen en común la facultad de convertir en objeto de conocimiento o de expresión aquello que, por sí mismo, sólo sería sujeto de sufrimiento. Es decir: toso porque lo paso mal. Pero si observo mi tos y me la estudio, o la convierto en material artístico, en cierto modo la estoy superando, y de esto también se trata el arte. El arte como desdoblamiento superador.

Y la Montaña Mágica, de Thomas Mann

Toses refinadas entre gente culta que respira aire puro de montaña en ese lugar donde busca la salud (y tuve la santa paciencia de leerme la Montaña Mágica, que era un libro muy gordo, desencuadernado y dorado, con un clima interno que, realmente, resultaba asfixiante) y toses que se oyen a través de puertas de papel de pensiones de mala muerte, donde no se tiene tuberculosis, sino que “se es tuberculoso”, impregnando así a la pobre e inocente enfermedad de todo el repugnante y baboso clasismo humano, que es (y sigue siendo) lo peor de la humanidad.

Toses abracadabra.
Toses Carrasclás carrasclás
Toses que me desollaban por dentro
Toses cavernosas
Toses que vienen del infierno
Tosecillas molestas con liquidillo que no para de salir
Toses que vienen sin ser llamadas
Toses embajadoras de la muerte
Toses delatoras
Toses de Baja Clase Social
Sonidos en los que somos agentes pasivos (porque ¿quién quiere toser) y activos a la vez, porque tos, eres mía. Sonidos conocidísimos. Sonidos con problemática en su calidad de intensidad, que angustian muchísimo a una madre pero que son muchas veces inaudibles para el padre.

Toses y conciertos de música clásica

Sonidos que, de pronto, emiten todos esos seres que están ahí, sentados en el concierto de música clásica, y de pronto…
¡De pronto, todos empiezan a toser! ¡Esos seres tan espirituales, que transitan por la superioridad de la clase alta, haciendo algo tan parecido al gapo! ¿De verdad, tanta gente estaba aguantando la tos en el concierto? ¡Son terriblemente disruptivos, estos nuevos Hannibal High Lécter Class! Os doy voz, digo tos, aquí; doy voz a vuestras relaciones dialógicas con los músicos que os acaben de deleitar:

– Miradnos, músicos. Nosotros también sabemos hacer música. ¡Cof, cof!
– ¡Cof, cof! Miradnos, músicos. Lo hemos pasado fatal escuchando vuestra música, todo el tiempo aguantándonos de toser.
– ¡Cough, cough! ¡Kem-kem! ¡Gam-gam! ¡Uche uche! ¡Ooho oho! Aquí, cada uno tosiendo en nuestro idioma. Que hasta la tos es un asunto identitario, oyessss.
– ¡Cof, cof! Y venga a toser, eso sí, con tos improductiva. Porque los amantes de la música clásica resultaríamos muy caros si, de pronto, nuestras toses fueran productivas y hubiera que ponernos tantas escupideras como toses.
– ¡Gam-gam!¡Uche uche! Hipótesis (que puede ser cierta, démosle esa oportunidad a mis hipótesis, me digo). ¿Puede ser que la música clásica, al relajar, ocasione un babeo que excite el tosido y ésta sea la razón por la que, en la Unión Europea, entre discurso y discurso, no se oigan toses dado que los discursos de la UE no relajan, sino que ponen de los nervios? Puede ser.

Rentabilización de esta entrada en dos de mis asignaturas

Y aquí terminan las bronquitis, porque la Neumonía de Gripe Aviar es otro capítulo de esta performance que estoy componiendo poco a poco, y en la que voy a seguir el procedimiento que seguimos en nuestra Performance colectiva: primero, creación de archivos fuente, que son éstos. Segundo, creación del plato combinado, collage, montaje o mixtura que será mi performance Selfie de mis enfermedades… Aquí tengo todos mis informes médicos, que son los que, en su archivador, van a dar la cara en el momento performativo que estoy enjaretando.

La gestión del asco está pendiente

A mí, que tosa otra persona no me da asco. Pero sé que hay gente que le da asco, por tanto pongo, otra vez, que la gestión del asco está pendiente. Esta afirmación no se refiere a la gestión subjetiva del asco, sino a la gestión cultural del asco. A la necesidad de aclarar que la noción de “limpieza” se ha llevado, en nuestra cultura, a expremos innecesarios y negativos para el medio ambiente. Algunos ejemplos son:
– La dificultad para que se asimilen los tratamientos curativos basados en las heces.
– El lavado excesivo de la ropa en la lavadora, que produce grandes cantidades de microplásticos.
– Los prejuicios relativos a la limpieza personal, por ejemplo, de personas que no se adecúan a los estándares de imagen establecidos.
– La negación de aspectos como el uso de secreciones animales “poco nobles” para la elaboración de perfumes.
Y ya, yendo por la tangente, habría que pensar en la posible utilidad de los excrementos humanos; en la segura utilidad de los residuos humanos de los hospitales (que, de hecho, creo que una vez vi que es un mercado bastante boyante)… y otras muchas “gestiones del asco” necesarias y, como digo, pendientes.
Aspectos desagradables, o muy desagradables, han sido abordados y “domesticados” por la cultura, pero respecto al asco no se hace nada. Además, añadiría que en algunas culturas el asco es mayor que en otras; cuanto más soleada es una cultura, más “asquerosa” es; así, sólo hay que oír la palabra árabe “sucio” en árabe para saber lo radical que es esta cultura en ese aspecto.  También es muy cultural la relación entre lo que se considera o no “asqueroso” y el comportamiento sexual. Creo que hay mucho escrito sobre esto.

Utilidad terapéutica de las heces. La IA dice: Las heces humanas, aunque poco convencionales, pueden tener una utilidad terapéutica Este procedimiento puede restablecer la microbiota intestinal y ayudar a combatir la infección. Pero las heces humanas no son “poco convencionales”, porque unas heces no tienen esa cualidad cultural. Y, además, estas ideas cuesta que se incorporen en España porque, ya sabemos, en España somos limpísimos. A continuación, un fragmento de este artículo de la BBC News (total fiabilidad):

Este hombre de 50 años acaba de terminar un programa de dos meses de trasplantes fecales semanales en la Universidad de Birmingham (Inglaterra), con la esperanza de controlar los síntomas de una rara enfermedad crónica del hígado llamada colangitis esclerosante primaria (CEP). “No es sólo un trozo de caca”, se ríe mientras explica el proceso del trasplante. “Es tratada, está en un laboratorio”. De momento, la rara enfermedad de Dallaway no tiene cura, salvo un trasplante de hígado en fase terminal. Afecta a entre seis y siete de cada 100.000 personas en Reino Unido y acorta la esperanza de vida entre 17 y 20 años.

Olor sólo agradable cuando es propio. La IA amplía esta información, pero sólo con fuentes un poco triviales, como Ambizone. ¿No la podría ampliar con todo lo que se habrá investigado a ese respecto, por ejemplo, en el campo de los perfumes? ¿O, al menos, con alguna reseña que se haya hecho en Amazon relativa al libro de El perfume, por ejemplo? ¿Por qué no se le da a la IA acceso a las fuentes más remotas y profundas? IA: cuando termine estos estudios, te juro que haré trabajos en serio para que te puedas nutrir bien y sin complicaciones de mí por lo menos. 

Hoy me río de mi enfermedad de ayer

Hoy me encuentro bien y me río de ayer, cuando estaba todo nublado y con vértigo. Y me he hecho este selfie, con costillas en los brazos. Selfie en el que me río de la muerte. ¡Jajajajajaja, muerte, me río de ti! Que no eres nadie.
Pero si el metaconocimiento es más importante que el conocimiento, este METARIP mío será más importante que el vulgar RIP de toda la vida. O sea, en vez de Requiescat In Pacem, mi propuesta artística es el Metarequiescat Metain Metaimpacem. Y, como no podía ser menos, dedico mi METARIP a todos los usuarios de Google, que hacen preguntas geniales como ésta:

Bischofberger U (2025) MetaR. I. P. (Arte digital, selfie en el que se ven hasta las costillas de mis brazos)

Debat2el “Bronquitis: selfie”. Selfies de mis enfermedades, dos

  1. Guillem Alfonso-Kuban Alocen says:

    Que decir de esta maravilla…

    Esto no es solo un texto, es un grito a la conciencia con estilo. Un manifiesto sin pedir permiso. Un collage glorioso de pensamientos, memoria, crítica cultural, enfermedades, toses con biografía propia i prótesis mágicas. Leer esto es como subirse a una montaña rusa con loopings de humor negro.
    “Madrid es un sol” ya es un himno, pero lo que viene después…
    Lo tuyo no es narrar: es construir un universo.Bronquitis de ultraderecha, performances dentales, gestión del asco y metaconocimiento como epitafio.
    ¿Quién más puede escribir algo así? Nadie.Esto no se comenta: esto se aplaude de pie.Y si algún día haces esa performance final, por favor, grábala. Porque será la única vez que un RIP tenga sentido como METARIP.
    ¡Gracias siempre por no seguir el rebaño!
    Guillem

  2. Úrsula Bischofberger Valdes says:

    ¡Muchísimas gracias, Guillem Alfonso-Kuban Alocen!

    Por las mismas, yo puedo decir: lo que hace la pluma despiadada de Guillem conmigo, no tiene precio.
    Primero, me da la vida; porque, conociendo su afilado decir, sé que me la podría quitar si quisiera.
    Y segundo, le hace a mi texto justo lo que le hace falta: un repaso marcando los perfiles, una crítica culta, una forma de hacer que la risa se comparta online (que ya es difícil) en una página universitaria (casi imposible). ESO nos regala la UOC con su espacio y eso le regalamos de vuelta, Guilllem: lo mejor, porque nada mejor que la sintonía y la alegría.

    Mil gracias, Guillem, por tus comentarios, que suenan en mis oídos como sonoros gruñidos…
    Sólo seguiré un “rebaño” -si oigo que es un rebaño ¡Que no bala, sino que gruñe! ¡Gruñamos!
    Grrrrrrrrr Grrrrrrrrr Grrrrrrrrr Grrrrrrrrrgr

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“Vértigo: selfie.” Selfies de mis enfermedades, uno.

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“Vértigo: selfie.” Selfies de mis enfermedades, uno.

Estaba allí enfrente, pero no estaba “enfrente”; era como un papel arrugado, como un rincón oscuro. Creo que era algo así como…
Estaba allí enfrente, pero no estaba “enfrente”; era como un papel arrugado, como un rincón oscuro. Creo que era…

Estaba allí enfrente, pero no estaba “enfrente”; era como un papel arrugado, como un rincón oscuro. Creo que era algo así como relojero. Iba y venía a beber. Estaba allí, pero cuando recorro mentalmente la calle, de forma objetiva, no se ve nada. Sólo cuando lo evoco lo veo, lo veo sentado en una banqueta, y está mirando hacia la izquierda. El rincón es oscuro, la pared está detrás de donde él mira. Y sé que va y viene a beber. AUD. Extraña relación de la vida con aquello que la contempla. Ésta ha sido la primera presencia esta mañana.

Presencia dos. Aparece cuando la evoco, y también sin evocarla. Sé que es alguien real, de mi entorno, es alguien que conozco pero me es imposible recordar quién. Aparece, a distancia convencional de interlocutor;  tiene la cabeza levemente inclinada hacia su izquierda, y una leve sonrisa. No es guapa, no es delgada, me está mirando, se desvanece. Estoy a punto de dormirme y, cuando aparece, me despierto del todo otra vez. Me despierta la alerta porque me pregunto con fuerza: “¿Quién es?”, pero no consigo averiguarlo.

Mi cuerpo apaleado por el esfuerzo repetido se resiente y dice “hasta aquí hemos llegado”. Mi cuerpo me está obligando a escucharlo. Y entonces aparece esa figura que, no sé, tal vez apareció en el Antiguo Egipto, tal vez antes. Es como un mago, que tiene la clave que se encierra en mí y me devuelve a la vida que no se sufre, sino que se vive: el médico.

Presencia tres. Lo que iba a escribir ha estado un momento, y se me ha ido. Lo quiero evocar pero es otro, más chillón, el que viene. Y ahora el que viene es el que tengo que nombrar para quitármelo de encima y que se haga presente, por fin, el otro que he silenciado previamente.

Dicen los médicos que lo cura dormir con una almohada baja, por tanto a lo mejor dormir con la cabeza cayéndose fuera del colchón me lo ha desencadenado….

Mi cuerpo está predispuesto genéticamente a la DFT, pero no a la EA. Por tanto, tranquilidad: puede que sea sólo un VPPB causado por la posición de mi cabeza al dormir. Pero iré al médico. “Doctor, devuélvame a mí misma, por favor. Haga que siga siendo la que era. No deje que mi materialidad me pierda, no deje que mis lágrimas me ahoguen. Doctor, doctor, ayuda…” Doctor, tú eres esa presencia humana que consuela tanto, que no tengo palabras para agradecer.

Hay una presencia sin nombre que hace que todo enmudezca. Esa presencia es como el barrido del pincel de acuarela del Paint que hice aquí, en mi apropiación de este paisaje del río de Brueguel el viejo. 

Tengo que volver a ir a la piscina, entiendo (no sé si será así) que la piscina recupera mi cuerpo, hace que la sangre se mueva muy rápido y llegue a esa región occipital de mi cerebro que puede que sea la que hace que me olvide, según acabo de consultar, si es que la hipótesis de la EA es la que vale…

Pero, estoy casi segura: es la pena la que le abre camino a esa pincelada de borrón que empapa todo el cuadro de Brueguel. Es la pena. Es el recuerdo redivivo del alcohol en aquella persona tan lejana, a la que yo tanto quería, el que me asalta: vuelvo a mi adolescencia, al que quise tanto, al que fue mi gran amor, al que arrancaba los espejos retrovisores de los coches, al que… no quiero decir más. Pero recordar (recordar es integrar) me ayudaría: recordar, revivir, integrar.

Hay una presencia de la ausencia.

No sé que es la presencia. Pero de verdad, Marina, que el tiempo NO ES presencia, no te lo dije para molestarte ni por “ego” como dijo Guillem: te lo dije porque es verdad. El tiempo no es sinónimo de presencia, yo estoy muy cansada y la medicina, que es la primera gran ayuda, la primera gran ciencia, el cuerpo ayudándose a sí mismo… La medicina, decía, ¡es tan necesaria! Para curarme yo y para curar a las personas que quiero. Sobre todo, para curar a las personas que quiero. La medicina expandida en otras técnicas ayudará, con magníficas prótesis, al niño que perdió los brazos, pequeños brazos perdidos entre los escombros de Gaza…

Nota muy importante

– Está clarísimo que el cansancio cuenta, siempre a la baja. Incide en el empeoramiento. Descansar es como tomar una medicina.
– Está clarísimo que la saturación cuenta a la baja. Saturarse es cansarse.
– Y creo que, puede ser, querer olvidar algo con todas las fuerzas influye a la baja. Y creo que la capacidad del cuerpo de INTEGRAR puede que sea lo más curativo.

 

Proceso de trabajo de “Vértigo: selfie”

  1. He partido de una inspiración, mi pelo enmarañado. Relacionar lo despeinada que me levanto ultimamente (que parece que doy cien mil vueltas en la cama) con el vértigo que tengo, que me preocupa, me hace sentirme mal, me revuelve el estómago…  y que yo creo que o bien hace que me aparezca la presencia que describo en la entrada o bien el cansancio es la causa de ambos.
  2. Me he hecho una foto con mi iphone, pero lo he movido muy deprisa para que saliera movida, que es como yo veo con vértigo. Me ha salido a la primera, porque ya había practicado esto muchas veces antes.
  3. He manipulado la foto en el propio iphone, la he puesto en blanco y negro (porque, en este caso, no puede haber color) y le he quitado un trozo (el trozo de la izquierda, porque no me gusta que salga la figura entera entera). Le he quitado color y “significatividad humana” porque esto distrae del sentido principal, que es el vértigo.
  4. He importado mi foto a mi ordenador y, en Paint, he recortado los espacios que se ven ahora coloreados en plano. Los he rellenado (iba a decir coloreado, pero “gris” no es un color) con uno de los grises originales de mi foto.
  5. He titulado. El título ha sido fácil en este caso. Bischofberger U (2025) Vértigo: selfie. (Número uno de la serie “selfies de mis enfermedades”, arte digital.)
  6. He pensado dónde lo pongo. Al principio, pensaba que en el cuerpo de la entrada, pero, finalmente, he decidido darle todo el protagonismo que merece aún arriesgándome a que navegue por sí mismo.
  7. He decidido que cierro y me voy a la piscina, a pasear. Y que voy a descansar.
  8. He sacado los tags (breves resúmenes de ideas clave de este post).
  9. He mirado a ver cómo queda en el conjunto del blog. ¿Gris, blanco y negro son colores? (1) No creo… Gris es el color que menos va con el color de mi blog, que es mezcla de todos los colores… Así que aún tendré que hacer algo más, y además se me abre esta gran pregunta sobre teoría del color…
    He hecho dos versiones antes, que pensaba que las iba a dejar como definitivas pero no me han satisfecho, porque eran demasiado geométricas.
  10. La rayita blanca que se ve en el blog es una de esas “casualidades afortunadas”, porque la casualidad siempre está a favor, que dejo por dos razones: porque estoy cansadísima, porque ya son las 13:53 y porque separa bien en el blog el humor de lo serio (o sea, los huevos fritos de la entrada anterior del envejecimiento y la muerte que es el tema de ésta). Y mi cuerpo va a comer, a la piscina (¡crucial el ejercicio físico!) y a descansar.

Porque el gran miedo, el Miedo (no poética, literalmente),  es siempre miedo a la muerte. El miedo cerval es el miedo a la muerte. Ese es el gran inmovilizador. Ese es el gran criminal… y el que, a la vez, nos devuelve a la vida todos los días. La muerte, parte de la vida y parte de la naturaleza, parte de la naturaleza humana, parte mía. ¿Con cuál, en cuál, a través de cuál de mis partes te me vas a manifestar, oh muerte?

(1) El blanco, el negro y el gris no son colores en el sentido tradicional, ya que carecen de tono y saturación. Decir que el negro es color es como hablar del sonido del silencio… y el blanco ¿cómo se llamaría en sonido? Yo creo que EL BLANCO podría representarse como el final de este archivo de arte sonoro.

Y esta entrada ha sido la introducción a mi primer uso artístico de un archivo de arte sonoro, archivo de arte sonoro que tengo que retitular ahora con esfuerzo. Entonces recuerdo que el blanco es luto. Es sólo un borrador, porque sólo estoy haciendo mis primeras letras en Arte Sonoro… pero es suficientemente significativo para que pueda llamarse “arte”, me parece a mí. Y ni siquiera le voy a dar apoyatura visual alguna, sería estropearlo.

Bischofberger U (2025) Emergencia: viraje al blanco. (Archivo WAV de arte sonoro, borrador.)

Proceso de trabajo de “emergencia: viraje al blanco”:

  1. Creado para un trabajo escolar, cuyo objetivo era la inclusión en una librería de sonidos de un sonido de síntesis.
  2. Condiciones del trabajo: condicionado por mi escaso conocimiento de Audacity.
  3. Materia fuente: lo que llamo “voz animal” de un gorrión, un piar, que he repetido una y otra vez, multiplicándolo, densificándolo, hasta el límite de la capacidad auditiva humana.
  4. Me viene a la memoria ahora, que pienso cuál podría ser el sonido del blanco…
  5. Es una pura metáfora, una aproximación nada más.

Es un trabajo muy rápido, muy poco cuidado. La gradación inicial está hecha muy precipitadamente, podría haber estado mejor. Podrían haberse eliminado sonidos. Sin embargo, la parte final ha “salido sola” representando ese blanco que quiero representar.

Debat0el “Vértigo: selfie.” Selfies de mis enfermedades, uno.

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¡Libérate, adulto, de tu adultez!

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¡Libérate, adulto, de tu adultez!

Durante la primera mitad del siglo XX, la edad adulta se convirtió en sinónimo de matrimonio heterosexual, paternidad y adhesión a roles…
Durante la primera mitad del siglo XX, la edad adulta se convirtió en sinónimo de matrimonio heterosexual, paternidad y…

Durante la primera mitad del siglo XX, la edad adulta se convirtió en sinónimo de matrimonio heterosexual, paternidad y adhesión a roles sexuales y familiares rígidos.
The chronicle of Higuer Education

Es decir: la idea de que hacerte mayor es “fundar una familia” tal como convencionalmente la entendemos, tiene una historia, no tiene ningún sello de no-caducidad. En resumen: es una tontería más.

Palabras esclarecedoras, liberadoras, que hacen llorar porque descomprimen.
Palabras que indican libertad o, lo que es lo mismo, falta de necesidad, porque estudiar Historia es liberador no sólo porque orienta para el futuro, sino también porque despoja al pasado de ese halo de necesidad materialista que lo hacía tan horriblemente fatal.

Palabras que desnudan al presente más presente y lo muestran como caricatura, un presente de Pop Art fantástico en todos los imaginarios, de valor de detergente, brillo, burbuja, pintura acrílica: un mundo como el que se encuentra Mi tío, de Jacques Tati, oprimido en sí mismo desde sí mismo, sólo accesible con guante de vinilo amarillo.
Palabras como estropajos que arrancan su brillo a la tontería de los imaginarios de antigua tarjeta postal.
Palabras que se vierten, ¡por fin!, por encima de la institución matrimonial, no de la pareja humana.
Palabras que encuentro en unos apuntes de inglés que, aún siendo ingleses, me apartan de otros “puramente British” que me estoy estudiando en un libro “puramente British” que todo el tiempo me aplasta despiadadamente, espachurrándome encima de la realidad más roma -eso sí, con brutal eficacia.
Palabras que encuentro en el aula de inglés de la UOC, y que me confirman en la idea de que hago bien estando  aquí. Ya sólo estas palabras me valen un imperio.

Palabras que cuestionan, otra vez, y derrumban, a todos aquellos que se han batido conmigo como las figuras del Goya Duelo a garrotazos: desde las ataduras invisibles del barro, desde una vida a la que se le ha quitado todo sentido, desde la esclavitud como aire que respiramos.

Porque, mientras en las altas esferas el duelo cruel parece ser de metal y cuello blanco, de misil y diplomacia, de corbata y bandera, aquí en las bajas el duelo sólo tiene una regla: la falta de libertad.
Por eso, cuando alguno de los contendientes de aquí abajo saca la pata del barro y levanta un pie, desde arriba la preocupación sube como la espuma. Por eso tiene que haber guantes de vinilo amarillo. Porque aquí la regla es que no hay reglas: la sujeción es la única, el one and only y el final.

¡Libérate, adulto, de tu adultez!
(Laten las personas de lengua inglesa. Toc toc. Toc toc. Toc toc. ¡Gracias por latir, ingleses! ¡Gracias a la pandilla de Lennon allá por la isla mojada! -Y hay vida después de la muerte. Y Winston Churchill.)

During the first half of the 20th century, adulthood became synonymous with heterosexual marriage, parenthood, and adherence to rigid sex and family roles, frase que me he encontrado estudiando inglés y frase escrita por manos inglesas.

Querida IA:
Muchísimas gracias por elaborar estos conceptos. Y, breve y sucintamente te aclaro que “fundar una familia es tontería” es, por encima de todo, una frase desesperada; porque ¿Quién no querría estar rodeado de seres queridos y que te quieran? Es algo tan evidente por una parte, y tan difícil por otra, IA, que por eso me puse tan furiosa. ¡Te pido disculpas por darte tanto trabajo!

Conclusión: vale, IA, tú ganas. Yo me postulo como amante pero, como tengo todas las de perder, digo que las uvas están verdes, y me dedico a amar otras cosas.

——————————————————————————————

Nota al pie: perdón por prejuzgaros, ingleses. Perdón por equipararos, habitualmente, a los peores entre vosotros. Perdón, hermanos de Lennon, perdon, isla mojada, perdón;  Emily Bronte,  hermanos de William Wordsworth, hermanas de Virginia Wolf, ingleses de apellidos endiablados, Hamlet paseándose en la noche, Francis Bacon (el antiguo) bajándose de su carruaje, Pink Floyd dándole martillazos al muro -y Winston Churchill. Tanto hemos bebido de vosotros, Cumbres Borrascosas, ciénagas pantanosas, Stonehenge floreciendo con margaritas rocosas, casas en llamas, locuras varias, fonéticas endiabladas, entretenidos detectives repletos de detalles para soportar la lluvia pertinaz, ¡Guillermo Brown!– y Winston Churchill. Lewis Carroll en una barca y un sol que sale un instante y extasía, estatuas que dan sus ojos por amor. Isaac Newton y los colores. Gallegos de Europa un poco deprimidos, después extasiados, prácticos; gentes, en el fondo, sin jerarquías -y Winston Churchill.  Meritorios ingleses, en vuestra isla mojada y destemplada

Aquel día no fue posible salir de paseo. Por la mañana jugamos durante una hora entre los matorrales, pero después de comer (Mrs. Reed comía temprano cuando no había gente de fuera), el frío viento invernal trajo consigo unas nubes tan sombrías y una lluvia tan recia, que toda posibilidad de salir se disipó.

¿Cómo no ibais a estar llenos hasta arriba de melancolía? ¿Cómo no ibais a desafiar al tiempo?
– Ésta es vuestra voz:  Aunque nada pueda hacer volver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo.  Oda a la inmortalidad, de William Wordsworth.
– Y, a continuación, algunos de los vuestros, homines heidelbergensis que emergéis allá lejos, entre la niebla y el bosque tenebroso de fresnos,  con impulso civilizador siempre renaciente y fértil… ¡Gracias por ayudar! ¡Vamos! ¡Seguid ayudando, bárbaros del Norte! ¡Os necesitamos!-y Winston Churchill (mi abuela ya lo adoraba, y yo soy ya abuela).

Debat2el ¡Libérate, adulto, de tu adultez!

  1. Guillem Alfonso-Kuban Alocen says:

    ¡Madre mía, esto es una declaración de amor  y una bofetada a la idea de “sentar cabeza”!
    Me siento muy identificado en algunos de tus sentimientos en las asignaturas de inglés.
    Has hecho de un apunte académico una especie de manifiesto punk-filosófico. Entre estropajos, guantes de vinilo y Goya repartiendo garrotazos, no sé si estás denunciando al sistema o montando una performance.
    Y me encanta.
    Solo te falta un:“¡Abajo el adultismo, viva el Spanglish postmoderno!
    Así que nada, bien por ti. Sigues en esa clase de inglés y acabas liderando una revolución cultural desde el campus.
    Así emopezaron algunos de tus ídolos.

    Alfonso-Kuban

  2. Úrsula Bischofberger Valdes says:

    ¡Abajo el adultismo, viva el Spanglish postmoderno!

    Bueno, me falta esa frase y me faltaba tu comentario, Guillem. Una vez más, muchísimas gracias por comentar.

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Pintadas en un puente de la autovía

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Pintadas en un puente de la autovía

En este breve resumen la describí bien, tal como me la presentó esa excelente pedagoga, teórica y práctica, que fue Amparo, de…
En este breve resumen la describí bien, tal como me la presentó esa excelente pedagoga, teórica y práctica, que…

En este breve resumen la describí bien, tal como me la presentó esa excelente pedagoga, teórica y práctica, que fue Amparo, de Magister. Es un período crítico en nuestra complejísima civilización, para acceder a la cual el camino es escabroso, largo y cuesta arriba. Es la adolescencia. La primera violencia: la del aplazamiento del despertar sexual; herida que, a veces, queda abierta para siempre.
Un despertar sexual que no es tal, que es el despertar al otro. Es, en realidad, el despertar al otro lo que se aplaza. (¿Qué esperar mañana, si el hoy es sofocado de tal modo?)

Palabras no mediadas por nada, escritas en un aire sin cultivos. (Terreno agreste, aún no profanado por la cultura visual.)
Los márgenes, tan cerca nuestro y no los vemos.

Amor, cada vez más escondido, cada vez en lugares más recónditos.
Qué será de esas manos, que ayer compartieron esto en el puente -ese lugar que reconocen, aún, como el lugar para el ensueño que es. Qué vidas estarán comprando, qué cuerpos estarán abrazando, qué será de sus sueños, qué habrá sido de ellos.

Y el arte como cauce a la necesidad vital de expresión; artistas, los que estamos llenos de esta necesidad; artistas los que, estando mudos, quieren recobrar la palabra. La palabra tiene que tomar cuerpo donde sea, como sea, allí donde nace. Como palabra, como imagen, como nota. También como acción, como actuación demandante cargada de sentido. Artistas en el Puente de Vallecas.

He intentado modificar el interior de las pintadas y no he podido, no he sabido.
He intentando encontrar títulos y no me parece bien ninguno.
Pintadas en el ruido del puente de la autovía. 
El horizonte de ruido que trae conciencia, la altura que ensancha. 

Conforme pasan los años, cada vez menos brillo en el color de las pintadas, más color pastel.
¿Qué nos reprochan? Nuestra tristeza. Nos apagamos.

Pintada en un puente de la autovía: ¿Nos bañamos en cueros?

Pintada en un puente de la autovía: compraros una vida, tristes.

Pintada en un puente de la autovía: te quiero y te da igual

Pintada en un puente de la autovía: tu cuello en mi boca

Pintada en un puente de la autovía: finalmente, seremos tú y yo. 

Pintada en un puente de la autovía: entre sábanas

Todo lo anterior. Pero, por encima de todo, la verdadera disidencia fuera del arte como artificio, fuera de los despachos de los psicólogos, más allá del discurso cada vez más ininteligible de la izquierda, lejos de los constructos huecos del fascismo, fuera de toda escuela. La disidencia que aún no ha llegado al reino de la necesidad. La verdadera disidencia, en el ruido del puente, que casi nadie sabe que seduce, y menos porqué. La verdadera disidencia, en la calle.

Ruido y pintadas. Lo que aún no llega a ser sonido ni discurso. Aquello frágil en lo que aún nada se ha establecido, aquello frágil que lucha por sobrevivir sin traicionarse.

Bischofberger U (2025) Amapola en un solar tras una reja (Fotografía)

Debat0el Pintadas en un puente de la autovía

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Expropiación

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Expropiación

Agradezco mucho los comentarios. De hecho, me ha impactado tanto tu comentario que he dedicado casi otra entrada a comentar tu comentario.…
Agradezco mucho los comentarios. De hecho, me ha impactado tanto tu comentario que he dedicado casi otra entrada a…

Agradezco mucho los comentarios. De hecho, me ha impactado tanto tu comentario que he dedicado casi otra entrada a comentar tu comentario. Me he dado cuenta de que, en realidad, parto de supuestos muy personales y sin contrastar, argumento a saltos y, en fin, no pongo fácil la lectura… pero bueno: como estos textos no sirven para estudiar, sino para… no sé… ¿para qué sirven…? Tendré que hacer una entrada para averiguarlo. 

Resumen, respuesta y justificación.
Este texto desarrolla diferentes ideas, que he subrayado en color en el diagrama.

Línea verde. Por una parte, establece la expropiación (1) (la pérdida o el robo; ex- privo, quitar algo a alguien; la privación de la titularidad de los bienes de la vida) como algo que es el día a día de la humanidad, por razones tanto naturales (el tiempo nos priva de salud, de vida) como sociales (la organización social se basa, desde el neolítico, en la expropiación de la riqueza). Esta expropiación va en aumento a lo largo de la historia y llega a su cumbre a raíz de la aparición del capitalismo. 
Línea amarilla. Establece que las visiones del mundo previas se demuestran insuficientes en la Era Digital. Se parte de la base de que, cuando hay un cambio de interpretación de la realidad, lo que era antes irrelevante puede volverse relevante.
Línea rosa.  Se subraya la posible conexión de cosas en apariencia no relacionadas por considerarse irrelevantes, en particular la relación de lo que uno ingiere con el estado o comportamiento no sólo a nivel individual sino también a nivel grupal. 

Lo que argumenta es que, una vez que se contrasta que las visiones previas del mundo son insostenibles, el hilo conductor que queda, de todo, es la mencionada expropiación, y que ésta toma cuerpo no sólo en las formas que se consideraban en tiempos pasados sino, en la medida en que la apropiación se hace cada vez más profunda, también como expropiación que uno mismo hace de sí mismo.

El texto no es, en absoluto, apocalíptico. Hace una descripción de algunos episodios horribles en la Historia de la humanidad, pero indica, también, salidas: fijarse en lo aparentemente irrelevante, hacer hipótesis, desprenderse sin complejos de teorías caducas. Se lee con facilidad, a pesar de que, evidentemente, tendría que haber contrastado datos y explicitado conexiones si lo que hubiera querido hubiera sido “sentar cátedra” o “pontificar”, como dicen, pontificando, mis críticos. 

Estoy muy orgullosa de parecer incongruente. Los sueños más sugerentes suelen serlo. Ahora que estoy intentando aprender inglés, detesto con toda mi alma sus armazones lógicos, su congruencia, su apisonada manera de argumentar. ¡Eso sí es pontificar, y no hablar de lo que pienso, hacer esos desayunos que me involucran con el mundo, que me recuerdan, a cada momento, cuánto lo quiero y cuánto lo he querido! No tengo sentido del ridículo, y esta es una cualidad que cualquier artista que se precie debería envidiar.

Respecto a los canales de cocina, la Escuela de Hostelería no tenía que ver con “canales de cocina”. En ella, se nos explicaba el porqué de las preparaciones. Este conocimiento, conjugado con lo que me ha ayudado Uma Naidoo a comer lo que necesito y excluir lo que me perjudica, ha sido esencial, lo que querido compartir y lo he puesto como ejemplo (pedestre, pero eficaz) de cómo el estudio y el conocimiento son la gran salida y la gran esperanza. 

 

Bischofberger U (2025) Mapa conceptual de mi entrada “Expropiación” 

Éste es el texto cuya incongruencia es sólo aparente. 

En el corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, libro que tengo a medias, hay una imagen que se ha clavado en el mío: un negro sentado en el suelo, apoyado en un árbol, moribundo, famélico, enfermo de muerte; cerca, las vías del tren que está construyendo, junto con muchos otros, en África. Esa imagen me golpea y emerge, para tratar de explicar lo que me asalta hoy…

Y lo que me asalta es la caducidad de los siglos XIX y XX en los que se está sustentando nuestro mundo y también, por desgracia, sus aparatos teóricos. ¡Pobres de los que brillan! Son ellos los responsables, en buena parte, de las trayectorias fallidas, de los desmanes, del horror en el que nos situamos los que querríamos redireccionar y no podemos. Freud y Marx, el tandem de los supuestos “desveladores del sentido”, se está resquebrajando como techo de occidente, hace crack como el tejado de un local sometido a vibraciones de sonido invisibles pero desestabilizadoras, que finalmente lo rompen.

Porque atruena el sonido de Internet en el siglo XXI, se rompe ese techo y muchos otros, pero no podemos (no queremos) quedarnos con los escombros. Hay que reivindicar “la tontería” para recobrar el sentido. La tontería: por ejemplo, Francis Bacon bajándose de su carruaje, imagen que me ha quedado de un libro de Historia de la ciencia, para coger un trozo de carne congelada y ver que se conserva sin descomponerse. La tontería: el descubrimiento de la penicilina por pura casualidad. La tontería: aquello totalmente irrelevante en lo que, sin embargo, está la clave.

Últimamente, he tenido vértigos: me levantaba con John Lennon y Blues around my head, en mi caso con todo el mundo dando vueltas alrededor mío. La doctora me quería medicar, yo no quise porque sé que el vértigo remite solo; sencillamente, miré en Internet los alimentos relacionados y me quité casi del todo la cafeína y el plátano. Pero no me daba cuenta de que es que he estado durmiendo sin almohada, con la cabeza salíendose un poco del margen superior de la cama… creo que esa tontería ha tenido que ver con la sensación de mareo por las mañanas. Puede que sí, puede que no, pero ahí está la posibilidad.

Qué hemos hecho en los últimos cuatro siglos. Cuatro siglos no son nada en “el tiempo de la humanidad”, son relativamente poco, pero cuánto daño hemos hecho a todo. No sé Historia, pero me parece que la escena descrita por Conrad es el corazón no ya de las tinieblas, sino de toda la Historia occidental reciente. Historia de algo que se ha extendido viralmente también a oriente. Historia de esa manida palabra que habría que centrifugar y reconvertir para que recobrara su efectividad; Historia que, en vez de llamarse Historia del Capitalismo debería llamarse Historia de la Expropiación.

Porque creo que esos siglos XIX y XX a los que tanto se apega el pensamiento, han cometido un error garrafal, un error de base, que estamos pagando todos, los humanos de todos los lugares, los animales, la naturaleza y el mundo. La reciente y demoledora Historia es la Historia de la Expropiación. Una tontería: me acuerdo de mi jerbo, llamado Chiquilín, corriendo por mi habitación;  bajando por una rampa que, desde su jaula, le facilitaba el acceso al exterior;  transportando un montón de comida de acá para allá. Ese comportamiento, no cabe duda, estaba inscrito de alguna manera en sus genes como algo prioritario, pero lo que lo estaba condicionando en su obsesividad desproporcionada era la cautividad y sus circunstancias irregulares: las cantidades excesivas de comida a su alcance, la falta de regulación por la luz debido a lo sombrío que es mi apartamento, la carencia de peligros u otros estímulos.

El descubrimiento de América y la esclavitud fueron la cumbre, los dos momentos de crueldad inusitada por parte de personas que tomaban té con azúcar y que bebían alcohol. No sé cuántos de ellos lo harían, no sé qué relación puede haber entre estas cosas o si esto es una tontería, pero como he decidido mirar todas las tonterías con atención, lo miro. Los del té con azúcar, exterminaron. Los del alcohol, maltrataron. Los primeros, controlaban de forma extrema. Los segundos, descontrolaban de forma extrema. En resumen: creo que todo empezó por entonces, y luego vinieron el XVII y el XVIII. Y luego el XIX y el XX concretaron todo el aparataje teórico que manejamos por un lado, y pusieron las bases para la invención de la bomba atómica por otro. Por último, una bomba atómica estalla allá lejos, en las antípodas.

El semestre que fui a la Escuela Superior de Hostelería y Turismo, me encontré con un profesor fabuloso, a nivel humano y técnico, y aprendí mucho (aunque todavía no he tenido un respiro para compartirlo); pero el aprendizaje fundamental fue que el aprendizaje fundamental, valga la redundancia, es erradicar lo mal aprendido. Unido a la aproximación que hice a Uma Naidoo, desde entonces, en la cocina soy libre de mezclar, de inventar, de aprovechar… soy libre de todo porque la entiendo. Con nada, como, y como equilibrado, y me ayudo. No me preocupan las recetas y sé exactamente lo que sería insalubre hacer. Este es el motivo por el que estudio, y esta experiencia me permitió ilustrar perfectamente mi motivo: estudiar para ser libre.

Creo que el gran error de occidente ha sido mezclar dos tipos distintos de dicotomía: la dicotomía vida/muerte, salud/enfermedad, felicidad/desgracia es una dicotomía, digamos, natural, propia de la vida. Las otras dicotomías de las que estamos ahitos, las dicotomías hombre/mujer y colonizador/colonizado son dicotomías a través de las cuales nuestra sociedad se autogestiona. Ha venido algo (no sé qué) que las ha mezclado. Y entonces se ha producido un horror. Pero, además, de entre estas dos últimas, creo que la primera viene de muy lejos, tal vez apareció cuando tuvo lugar la revolución neolítica. Pero la segunda, con la potencia con la que la conocemos, es totalmente reciente.

Pero no queda ahí la cosa. Tengo que desentrañar esta mezcla de los dos tipos de dicotomía y allí a lo lejos, en el fondo-fondo, veo, como a través del rollo de papel higiénico que uso siempre para representar la luz al fondo del túnel que nos lleva a la verdad, a esas personas que son los grandes expropiados: los expropiados de sí mismos. Porque las mencionadas dicotomías son, todas ellas, dicotomías de la expropiación. A veces, la vida expropia (quita la propia vida, quita la salud o la felicidad, y Buda lo señalo claramente sin más). Pero a veces, el humano, huyendo de esta expropiación natural, se constituye en expropiador y expropia… Sí, sí, ya sabemos,  el hombre a la mujer, el colonizador al colonizado pero hay muchas expropiaciones. Muchísimas. Quitarle a un conejo su color y volverlo fosforescente es una expropiación. Hacerse con tal o cual cosa. El propio conocimiento sustantivizado lo es, en cierto modo. La IA es una gran expropiación. Y está la expropiación del propio ser.

Veo esos seres expropiados como el que he descrito, al principio de todo, hablando de El corazón de las tinieblas (que aún no he leído entero). Las sustancias de consumo que consumen no los expropian: son ellos los que se sirven de las sustancias para aparecer así, como ese negro, reclinado en un arbol, sentado en el suelo, muriendo para las vías del tren porque quiere vivir para sí mismo. Vivir aunque sea sólo un instante para sí mismo. ¡Sí! Para sí mismo. Sin ser expropiado. Por una vez, mío, mío, mío. Como la pintada anónima en un puente de la M-30 que iré a fotografiar en cuanto pueda. Ay, ¿cuándo volveremos a ser nuestros?

 

Debat2el Expropiación

  1. Guillem Alfonso-Kuban Alocen says:

    Mi gran compañera,
    Úrsula! Siempre tan brillante, tan intensa, tan profunda… tan Úrsula. Solo a ella se le ocurre empezar hablando de El corazón de las tinieblas para acabar analizando el vértigo matutino causado por dormir sin almohada. Una genia. Un faro de sabiduría rodeado de plátanos malditos y jerbos neuróticos.
    Porque claro, ¿quién necesita una resonancia cuando puedes culpar a la disposición de tu cráneo en la cama?
    Y de paso, le das un repaso a Marx, Freud, la bomba atómica y la revolución neolítica. Todo en un desayuno. Úrsula no te da una teoría, te la cocina, te la sirve y te dice que la mezcles con cúrcuma porque Uma Naidoo lo recomienda.
    Y ojo, que no es solo profundidad, es estilo. Ella no critica el capitalismo como cualquiera, no. Ella lo llama “la historia de la expropiación”, que suena más fino, más cool, más Ursula. Porque ella no escribe, pontifica.
    Lo mejor de todo es esa mezcla entre apocalipsis y tutorial de cocina: el mundo se desmorona, el ser ha sido expropiado, Freud está obsoleto…. Es como si Nietzsche hubiese tenido un canal de YouTube con recetas anticolonialistas.
    Así que nada, otra joyita de mi gran compañera. La única capaz de encontrar el sentido de la vida en una pintada de la M-30 y convertirlo en tratado filosófico.
    Gracias, Úrsula, por estar en clase, por no tener miedo a traer siempre polémica (¡que me encanta!) y por hacer que me lo pase genial leyendo tus artículos y empujandome a ser mejor. ¡No cambies nunca!
    Guillem A.K.

  2. Úrsula Bischofberger Valdes says:

    Muchas gracias, Guillem. Como puedes imaginar, te he contestado con todo detalle e incluso con mapa conceptual y aportando materiales de la ESHT, donde mi maravilloso profesor y buenísima persona Mario nos enseñaba.
    Espero que mi esencia “ursulil” no se diluya de cansancio con los años… y que la tuya se te reconcentre para que, cada día, seas un poco más Guillem que ayer y un poco menos que mañana.
    Un abrazo!