Estaba allí enfrente, pero no estaba “enfrente”; era como un papel arrugado, como un rincón oscuro. Creo que era algo así como relojero. Iba y venía a beber. Estaba allí, pero cuando recorro mentalmente la calle, de forma objetiva, no se ve nada. Sólo cuando lo evoco lo veo, lo veo sentado en una banqueta, y está mirando hacia la izquierda. El rincón es oscuro, la pared está detrás de donde él mira. Y sé que va y viene a beber. AUD. Extraña relación de la vida con aquello que la contempla. Ésta ha sido la primera presencia esta mañana.
Presencia dos. Aparece cuando la evoco, y también sin evocarla. Sé que es alguien real, de mi entorno, es alguien que conozco pero me es imposible recordar quién. Aparece, a distancia convencional de interlocutor; tiene la cabeza levemente inclinada hacia su izquierda, y una leve sonrisa. No es guapa, no es delgada, me está mirando, se desvanece. Estoy a punto de dormirme y, cuando aparece, me despierto del todo otra vez. Me despierta la alerta porque me pregunto con fuerza: “¿Quién es?”, pero no consigo averiguarlo.
Mi cuerpo apaleado por el esfuerzo repetido se resiente y dice “hasta aquí hemos llegado”. Mi cuerpo me está obligando a escucharlo. Y entonces aparece esa figura que, no sé, tal vez apareció en el Antiguo Egipto, tal vez antes. Es como un mago, que tiene la clave que se encierra en mí y me devuelve a la vida que no se sufre, sino que se vive: el médico.
Presencia tres. Lo que iba a escribir ha estado un momento, y se me ha ido. Lo quiero evocar pero es otro, más chillón, el que viene. Y ahora el que viene es el que tengo que nombrar para quitármelo de encima y que se haga presente, por fin, el otro que he silenciado previamente.
Dicen los médicos que lo cura dormir con una almohada baja, por tanto a lo mejor dormir con la cabeza cayéndose fuera del colchón me lo ha desencadenado….
Mi cuerpo está predispuesto genéticamente a la DFT, pero no a la EA. Por tanto, tranquilidad: puede que sea sólo un VPPB causado por la posición de mi cabeza al dormir. Pero iré al médico. “Doctor, devuélvame a mí misma, por favor. Haga que siga siendo la que era. No deje que mi materialidad me pierda, no deje que mis lágrimas me ahoguen. Doctor, doctor, ayuda…” Doctor, tú eres esa presencia humana que consuela tanto, que no tengo palabras para agradecer.
Hay una presencia sin nombre que hace que todo enmudezca. Esa presencia es como el barrido del pincel de acuarela del Paint que hice aquí, en mi apropiación de este paisaje del río de Brueguel el viejo.
Tengo que volver a ir a la piscina, entiendo (no sé si será así) que la piscina recupera mi cuerpo, hace que la sangre se mueva muy rápido y llegue a esa región occipital de mi cerebro que puede que sea la que hace que me olvide, según acabo de consultar, si es que la hipótesis de la EA es la que vale…
Pero, estoy casi segura: es la pena la que le abre camino a esa pincelada de borrón que empapa todo el cuadro de Brueguel. Es la pena. Es el recuerdo redivivo del alcohol en aquella persona tan lejana, a la que yo tanto quería, el que me asalta: vuelvo a mi adolescencia, al que quise tanto, al que fue mi gran amor, al que arrancaba los espejos retrovisores de los coches, al que… no quiero decir más. Pero recordar (recordar es integrar) me ayudaría: recordar, revivir, integrar.
Hay una presencia de la ausencia.
No sé que es la presencia. Pero de verdad, Marina, que el tiempo NO ES presencia, no te lo dije para molestarte ni por “ego” como dijo Guillem: te lo dije porque es verdad. El tiempo no es sinónimo de presencia, yo estoy muy cansada y la medicina, que es la primera gran ayuda, la primera gran ciencia, el cuerpo ayudándose a sí mismo… La medicina, decía, ¡es tan necesaria! Para curarme yo y para curar a las personas que quiero. Sobre todo, para curar a las personas que quiero. La medicina expandida en otras técnicas ayudará, con magníficas prótesis, al niño que perdió los brazos, pequeños brazos perdidos entre los escombros de Gaza…
Nota muy importante
– Está clarísimo que el cansancio cuenta, siempre a la baja. Incide en el empeoramiento. Descansar es como tomar una medicina.
– Está clarísimo que la saturación cuenta a la baja. Saturarse es cansarse.
– Y creo que, puede ser, querer olvidar algo con todas las fuerzas influye a la baja. Y creo que la capacidad del cuerpo de INTEGRAR puede que sea lo más curativo.
Proceso de trabajo de “Vértigo: selfie”:
- He partido de una inspiración, mi pelo enmarañado. Relacionar lo despeinada que me levanto ultimamente (que parece que doy cien mil vueltas en la cama) con el vértigo que tengo, que me preocupa, me hace sentirme mal, me revuelve el estómago… y que yo creo que o bien hace que me aparezca la presencia que describo en la entrada o bien el cansancio es la causa de ambos.
- Me he hecho una foto con mi iphone, pero lo he movido muy deprisa para que saliera movida, que es como yo veo con vértigo. Me ha salido a la primera, porque ya había practicado esto muchas veces antes.
- He manipulado la foto en el propio iphone, la he puesto en blanco y negro (porque, en este caso, no puede haber color) y le he quitado un trozo (el trozo de la izquierda, porque no me gusta que salga la figura entera entera). Le he quitado color y “significatividad humana” porque esto distrae del sentido principal, que es el vértigo.
- He importado mi foto a mi ordenador y, en Paint, he recortado los espacios que se ven ahora coloreados en plano. Los he rellenado (iba a decir coloreado, pero “gris” no es un color) con uno de los grises originales de mi foto.
- He titulado. El título ha sido fácil en este caso. Bischofberger U (2025) Vértigo: selfie. (Número uno de la serie “selfies de mis enfermedades”, arte digital.)
- He pensado dónde lo pongo. Al principio, pensaba que en el cuerpo de la entrada, pero, finalmente, he decidido darle todo el protagonismo que merece aún arriesgándome a que navegue por sí mismo.
- He decidido que cierro y me voy a la piscina, a pasear. Y que voy a descansar.
- He sacado los tags (breves resúmenes de ideas clave de este post).
- He mirado a ver cómo queda en el conjunto del blog. ¿Gris, blanco y negro son colores? (1) No creo… Gris es el color que menos va con el color de mi blog, que es mezcla de todos los colores… Así que aún tendré que hacer algo más, y además se me abre esta gran pregunta sobre teoría del color…
He hecho dos versiones antes, que pensaba que las iba a dejar como definitivas pero no me han satisfecho, porque eran demasiado geométricas. - La rayita blanca que se ve en el blog es una de esas “casualidades afortunadas”, porque la casualidad siempre está a favor, que dejo por dos razones: porque estoy cansadísima, porque ya son las 13:53 y porque separa bien en el blog el humor de lo serio (o sea, los huevos fritos de la entrada anterior del envejecimiento y la muerte que es el tema de ésta). Y mi cuerpo va a comer, a la piscina (¡crucial el ejercicio físico!) y a descansar.
Porque el gran miedo, el Miedo (no poética, literalmente), es siempre miedo a la muerte. El miedo cerval es el miedo a la muerte. Ese es el gran inmovilizador. Ese es el gran criminal… y el que, a la vez, nos devuelve a la vida todos los días. La muerte, parte de la vida y parte de la naturaleza, parte de la naturaleza humana, parte mía. ¿Con cuál, en cuál, a través de cuál de mis partes te me vas a manifestar, oh muerte?
(1) El blanco, el negro y el gris no son colores en el sentido tradicional, ya que carecen de tono y saturación. Decir que el negro es color es como hablar del sonido del silencio… y el blanco ¿cómo se llamaría en sonido? Yo creo que EL BLANCO podría representarse como el final de este archivo de arte sonoro.
Y esta entrada ha sido la introducción a mi primer uso artístico de un archivo de arte sonoro, archivo de arte sonoro que tengo que retitular ahora con esfuerzo. Entonces recuerdo que el blanco es luto. Es sólo un borrador, porque sólo estoy haciendo mis primeras letras en Arte Sonoro… pero es suficientemente significativo para que pueda llamarse “arte”, me parece a mí. Y ni siquiera le voy a dar apoyatura visual alguna, sería estropearlo.
Bischofberger U (2025) Emergencia: viraje al blanco. (Archivo WAV de arte sonoro, borrador.)
Proceso de trabajo de “emergencia: viraje al blanco”:
- Creado para un trabajo escolar, cuyo objetivo era la inclusión en una librería de sonidos de un sonido de síntesis.
- Condiciones del trabajo: condicionado por mi escaso conocimiento de Audacity.
- Materia fuente: lo que llamo “voz animal” de un gorrión, un piar, que he repetido una y otra vez, multiplicándolo, densificándolo, hasta el límite de la capacidad auditiva humana.
- Me viene a la memoria ahora, que pienso cuál podría ser el sonido del blanco…
- Es una pura metáfora, una aproximación nada más.
Es un trabajo muy rápido, muy poco cuidado. La gradación inicial está hecha muy precipitadamente, podría haber estado mejor. Podrían haberse eliminado sonidos. Sin embargo, la parte final ha “salido sola” representando ese blanco que quiero representar.
Debatcontribution 0el “Vértigo: selfie.” Selfies de mis enfermedades, uno.
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